Receta de tortilla de boniato y bacalao
Una forma deliciosa de darle un respiro a la clásica tortilla de patatas.
No nos cansaremos nunca de recordar que para los amantes del buen comer y del buen cocinar, los meses de otoño e invierno son todo un festival, un verdadero placer para los sentidos. A manjares como las setas, los productos de caza o la trufa hay que añadir algunos vegetales que también nos hacen disfrutar de lo lindo. Es el caso de la calabaza y del hermano dulce de la patata, el boniato, nuestro protagonista en esta receta junto al bacalao, los huevos y la cebolla.
Cuatro ingredientes para una sobresaliente manera de darle un respiro a nuestra admirada tortilla de patata. Tanto la adoramos, que muchas veces monopoliza a nivel doméstico este tipo de elaboraciones, impidiendo que se cocinen platos tan ricos como la tortilla de boniato con bacalao que te vamos a enseñar a cocinar. No tiene dificultad añadida a la de la mencionada tortilla de patata esta receta. Eso no quiere que sea fácil; es, ni más ni menos, de dificultad similar a esta. Básicamente, lo importante es tener mano y saber darle el punto justo a cada ingrediente.
Boniato o batata como elemento principal

Boniato
Necesitarás un boniato, una cebolla, un lomo de bacalao desmigado, huevos, aceite de oliva virgen extra y sal. De entrada, por si eres una recién llegada al mundo del boniato, no te vuelvas loca en tu tienda de confianza si no ves nada que se llame así. Pregunta a los expertos o busca en el lineal indistintamente las palabras boniato y batata, porque pueden estar catalogadas con cualquiera de las dos acepciones. Son exactamente el mismo tubérculo de aspecto anaranjado por dentro, alargado y rugoso, como envejecido, por fuera, y de sabor marcadamente dulce al ser cocinado.
Se suele tomar, al igual que la calabaza, dulce, pero en este caso le vamos a dar una vuelta de tuerca al convertirlo en ingrediente principal de esta receta minimalista, en el sentido de que consta de pocos ingredientes. Por esto mismo, es clave para que salga de sobresaliente que estos sean de calidad, especialmente los huevos.
Para empezar el cocinado de la tortilla, pocha una cebolla grande -ajusta las cantidades a tu gusto según los comensales. aunque siempre es mejor hacer dos tortillas que una gigante- picadita del mismo modo que harías para una tortilla de patata. Repite la fórmula con el boniato grande cortado previamente en láminas, también de una manera similar a la patata en dicha receta. En ambos casos, escúrrelos y reserva hasta que pierdan calor. Hasta aquí, nada que no sepamos si alguna vez has hecho (o intentado al menos) una tortilla española.
Una vez hayan perdido temperatura ambos ingredientes, mézclalo en el bol donde hayas batido los huevos, añade sal con mucho tiento puesto que dependerá de cómo esté el bacalao de desalado, y deja reposar todo junto 3-4 minutos, un poco más incluso. A esta mezcla puedes añadirle alguna hierba al gusto, aunque te recomendamos que en caso de hacerlo no sea ninguna que aporta un sabor demasiado intenso puesto que el plato ya tiene matices suficientes sin el aporte herbáceo. Sobre todo intenta conservar el punto dulce del boniato que se habrá intensificado al freírlo y al combinarse con la cebolla. Este será el que, al contrastar con el salino del bacalao, te hará disfrutar mucho del resultado final.
Por último, después de dejarlo reposar, lo único que tienes que hacer es remover un poco más la mezcla y no equivocarte al cuajarla cuando la sirvas en la sartén. De nuevo, en este paso tiene una importancia decisiva el gusto de cada uno, siempre y cuando quede jugosa.
Recuerda una máxima a la hora de hacer tortilla: no tiene que estar líquido el huevo para resultar jugosa en boca;dicho de otro modo: evita que se quede como la suela de una zapatilla.