Revista Mía

Recetas que podrás hacer con tus hijos

Clásicos con los que divertirse y enseñarles hábitos saludables de alimentación.

No somos pedagogos, pero si eres madre o padre, habrás recogido ya pruebas suficientes de la importancia que tiene inculcar buenos hábitos en tus hijos desde edades tempranas. Y no hay nada más potente para facilitar que los asimilen con naturalidad que puedan compartirlos con sus padres y con la diversión como pretexto. Todos estos ingredientes se dan en la cocina, donde se comparten algunos de los momentos más especiales en familia. Además, no son unidireccionales, sino que los padres también aprenden y disfrutan tanto como lo hacen los hijos, siempre y cuando sean capaces de entender que después habrá que llamar al equipo especial de limpieza a fondo. Habrá merecido la pena, seguro.

Con la actitud adecuada y las ganas de compartir “fogones”, todo lo demás es secundario, pero si encima podéis hacer platos ricos, mejor que mejor. La clave para que los peques se sientan parte protagonista del cocinado, que es al final el objetivo principal, es elegir bien la receta que vais a elaborar, y para eso hay tres argumentos que tienen más fuerza que otros: que puedan trabajar con las manos, que puedan mezclar con varillas en algún momento y vean el proceso final de como una masa se convierte en algo tan rico, y que el dulce esté al final del camino.

Este último argumento es un arma de doble filo, porque tampoco se trata de que los peques entiendan que solo es divertido cocinar para hacer repostería, por lo que es bueno compensar con elaboraciones saladas. Incluso, por qué no, hacer dos a la vez en el rato largo que le dediquéis a la actividad juntos.

Te dejamos ocho ideas clásicas que podréis hacer y degustar en familia. No hemos sido muy originales con la base, porque de lo que se trata es de aprovechad el tirón de estas recetas en los peques para darles una vuelta de tuerca y enseñarles a cocinar, en la medida de posible, de manera saludable.

Albóndigas con tomate

Pocas cosas más divertidas para un peque que ponerse su gorro de cocina, disfrutar de cómo se consigue la textura de albóndigas gracias al huevo y, cómo no, mancharse las manos haciendo las famosas pelotitas. En la salsa igual se concentran menos, pero si haces una buena elaboración con tomate fresco, también les sorprenderá ver todo el proceso de lo que después se comen cuando ambas se encuentran en la cacerola.

Con las manos en la masa (Foto: iStock)

masaCon las manos en la masa (Foto: iStock)

Aunque haya pasado el boom de este dulce americano, siguen estando buenísimos. Esto es algo que pasa con muchas recetas que pasan de moda; ni eran la panacea antes ni hay que renegar de ellas después. Y los cupcakes están riquísimos y es muy divertido hacerlos además. Los peques disfrutarán de mezclar las elaboraciones de la masa y de la crema, de meterlos en los moldes y, por supuesto, de decorarlos. ¡Y no te cuento ya de comérselos!

Hay muchas más recetas que la pizza, pero les encanta por lo mismo que nos gusta a los adultos: porque son sinónimo de compartir y diversión. Además, no hay mejor forma de enseñarles hábitos saludables de alimentación que con sus platos favoritos. La pizza es ideal porque podréis elaborar la masa casera desde cero y entenderán que no todo se compra hecho. Haced dos, así pueden volcar toda su creatividad en los ingredientes de una de ellas.

Una de cal y otra de arena, pero es que resulta irresistible cocinar dulce en casa. Solo por cómo huele la cocina después es un pecado que merece la pena cometer de vez en cuando. Además, las podéis hacer de muchos tipos, incluso galletas saludables con ingredientes como los copos de avena y los plátanos, sin necesidad de recurrir a los edulcorantes industriales.

Cocina con peques (Foto: iStock)

Cocina con pequesCocina con peques (Foto: iStock)

Podéis hacer juntos todo el proceso, incluido el pan, aunque este también le podéis comprar. Pero todo lo demás, ¡a trabajar con ellos! Desde la elaboración, dar forma con las manos y cocinar la carne, que puede ser vegana si optáis por hacerla de legumbres, por ejemplo, hasta preparar y montar en el plato sus acompañamientos. Todo lo pueden hacer ellos; es más, estarán encantados porque estarán deseosos de darle el primer bocado.

Pensarás que todo es carne picada, y en cierto modo sí, porque es muy divertida manipularla y encima es una excusa para mancharse hasta el pelo. Pero lasagnas se pueden hacer de muchos tipos, no solo de carne vacuna: utilizad pollo o alguna versión vegana -por ejemplo de setas y lentejas está riquísima-. Que aprendan que lo más divertido de alimentarse bien es la variedad, probar muchas cosas.

El clásico entre los clásicos, esa receta que no podemos dejar morir porque es parte de la herencia familiar. Trasladar esos recuerdos de la infancia a la de tus hijos será tan placentero para ti como para ellos al hacer la receta. Además, podéis ir variando de recetas a vuestro gusto porque lo admite prácticamente todo el bollo de la abuela.

Hace poco te dimos todas las claves para hacer este clásico de la comida francesa que gusta a todo el mundo para perder el miedo a hacerlos en casa. Lo mejor de los crepes, además de que puedes rellenar cada uno al gusto de quien se lo vaya a comer, es que es un plato que pueden comer incluso los más pequeños del hogar si el relleno es esponjoso y fácil de masticar en boca.

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