Cenas sin carne que gustan a todos
Es hora de desterrar la idea de que no comer carne puede ser deprimente.
No hay casa en la que, a la hora de cenar, no se busque una máxima: preparar algo rápido y sencillo. Por mucho que nos guste cocinar, llegamos tan cansados al final del día que se nos hace muy cuesta arriba tener que pensar un menú semanal y, de paso, ponerse ante los fogones a prepararlo. Si a esto le sumas que cuando quieres investigar en la cocina para reducir el consumo de carne no consigues acertar con los platos, la frustración es tan grande que se te quitan las ganas de volver a meterte en harina.
Además, si tienes hijos sabrás que los niños suelen ser los mayores críticos y que a muchos de ellos les cuestan determinados ingredientes si no se los presentas de forma atractiva. Las ensaladas, por ejemplo, no convencen a todos y con las cremas pasa exactamente lo mismo. Pero hay muchas más opciones para cenar de forma saludable y, sobre todo, para hacerlo rico para que guste a cada uno de los miembros de la familia. Abre tu mente porque, aunque la mayoría de las recetas que hemos seleccionado como ideas son sabores reconocibles, otros te sorprenderán gratamente.
Croquetas de setas
No hay discusión. Las croquetas son una de las grandes recetas favoritas para cenar tanto de niños como de mayores. Resulta muy complicado encontrar a alguien a quien no le gusten porque dan mucho juego en la cocina y permiten casi cualquier ingrediente. Al eliminar las posibilidades de introducir carne en la fórmula se nos ocurre hacerlas de queso gorgonzola con nueces, de patata y espinacas, y de setas, las que seguro gustarán a todos.
¿A quién no le gusta una pizza de vez en cuando? Es uno de esos pecados que el cuerpo necesita cada cierto tiempo pero, por suerte, también existen múltiples versiones saludables en las que por supuesto no es necesaria la carne. Las que están hechas con masas a base de vegetales como brócoli o zanahoria son una genial opción pero no es tan fácil engañar a determinados paladares, pero la que sí suele gustar a todo aquel que la prueba es la que está hecha de quinoa.
Con tomate y queso en la base puedes añadir los ingredientes que se te ocurran combinados entre sí, desde champiñones y rúcula, berenjena y manzana, hasta pera y queso. Saca tu lado más creativo.
Una forma deliciosa de comer verduras es hacer un pisto al estilo tradicional. Pimiento, cebolla y tomate son la base pero también puedes animarte a hacer tu propia versión añadiendo berenjena y/o calabacín, por ejemplo. Ponle un huevo escalfado para completar y estará tan bueno que todos querréis repetir.
La tortilla francesa es un recurso de cena rápida y rica que ofrece un sinfín de posibilidades. Para hacerlo un poco más divertido, puedes probar a hacerla según la técnica que te explicamos para, de este modo, hacerla con forma de medialuna y poder rellenarla a modo de fajita de lo que quieras. Con tomate, aguacate y lechuga está deliciosa.
Un clásico del recetario español que nunca falla son las albóndigas. Lo habitual es hacerlas de ternera, cerdo o pollo pero, ¿y si pruebas a hacerlas de legumbre? Con lentejas y garbanzos puedes hacer unas sabrosas pelotas que envolver en una salsa de verduras, de almendras o de tomate.
Habrá quien se muestre reticente a probar unos falafels de garbanzos al horno pero, cuando lo haga, seguro que se enganchará a ellos. Es una manera diferente de tomar legumbre que puedes acompañar de tu salsa favorita.