Revista Mía

¿Debilidad por las recetas internacionales? Prueba a hacer estas recetas suecas en casa

Bollos de canela, las célebres köttbullar... La gastronomía sueca esconde numerosas recetas-joya que pueden convertirse en un imprescindible en tu cocina. ¡Y no son tan complicadas de hacer! Te enseñamos 5 opciones que te encantarán.

Si hablamos de Europa, seguramente estarás más que familiarizada con la gastronomía de países como Italia, Francia o Alemania. No obstante y si nos desplazamos a la parte norte del continente... ¿Qué hay de los países nórdicos? Suecia se encuentra entre ellos, y aunque lo que más nos suene de dicho país sea IKEA, su cocina resulta de lo más interesante y estamos seguras de que querrás recrear más de una de sus recetas.

Entre sus ingredientes base (y debido a los largos períodos invernales) podemos distinguir numerosos tubérculos como la patata y el nabo, y verduras frescas (aunque no son abundantes) como el pepino. Las mermeladas de frutos rojos también están muy presentes, ya que se pueden conservar durante largo tiempo y suelen ser el acompañamiento de las célebres köttbullar ( albóndigas al estilo sueco).

Respecto a los pescados, triunfan los que se conservan en salazón, como el arenque, así como carnes de cerdo y vacuno. Es habitual verlas asadas, cocidas o a la brasa. En lo relacionado con bebidas, el café y la cerveza encabezan el ranking de las más consumidas, aunque también cuentan con refrescos como el julmust, una especie de mosto sin alcohol y especialmente consumido en Navidad.

Estamos seguras de que te ha picado el gusanillo y estás deseando recrear alguna receta sueca, así que a continuación te mostramos 5 opciones dulces y saladas con las que sorprender a tus invitados.

Albóndigas

Es más que probable que hayas visto e incluso probado las albóndigas suecas, ya que son una de las caras más visibles de la gastronomía sueca. Se acompañan de salsa de carne, puré de patata e incluso (y para generar contraste entre sabores) mermelada de frutos rojos.

Cinnamon buns

Sin duda, un dulce de lo más célebre (y amado). También existen en versión roll y puedes prepararlos sin gran dificultad en casa. De hecho, puedes improvisarlos con masas ya preparadas, bien por prisa o comodidad. Puedes darles el toque final con un frosting de queso.

Korv Stroganoff

Si eres amante del arroz, este plato puede convertirse en uno de tus favoritos (y apostamos por ello). Se prepara con salchicha ahumada y tiene esta pintaza. ¿Lo mejor? Puedes prepararla también con pasta, quedará igualmente genial.

Thumbprint cookies

Algo menos célebres, pero capaces de animar cualquier café, merienda o desayuno. La masa tiene ciertos toques cítricos y el centro puedes rellenarlo con la mermelada de tu preferencia (¡mucho mejor si es casera!).

Sooa de guisantes

O ärtsoppa. Nos encontramos ante un plato en origen humilde, pero que actualmente es primordial en lo que a cocina sueca y neerlandesa se refiere. La versión más simple se consigue simplemente machacando los guisantes, pero puedes añadir más ingredientes a mayores (queso, incluso un poquito de jamón).

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