6 consejos para lavarte bien las manos

Es necesario mantener una buena higiene y lavarnos las manos con mucha frecuencia, sobre todo antes y después de momentos claves como éstos: antes de tocar o preparar alimentos, antes de ponernos o quitarnos las lentillas, antes de curarnos una herida, después de tocar un animal, siempre después de ir al baño (solemos olvidarlo y es una fuente de infecciones y bacterias), después de tocar productos de limpieza, manipular residuos o tirar la basura, por ejemplo.

Al lavarnos las manos, siempre debemos usar jabón. El agua por sí sola no elimina bacterias, por eso, para una higiene correcta, es necesario el jabón. Los jabones con alcohol son aún más efectivos.

Haciendo espuma y frotando bien durante al menos 20 segundos. Frotar por el dorso de las manos, las palmas, entre los dedos, las muñecas y por debajo del borde de las uñas.

Después de frotar, aclaramos bien las manos con agua, sin dejar restos de jabón ni haciéndolo rápido y de cualquier manera.

Todos lo hacemos a veces, pero no es recomendable. Siempre hay que secar bien las manos después de lavárnoslas: con una toalla, con el aparato de aire o con papel, pero no deben quedar húmedas, ya que un entorno húmedo es perfecto para las bacterias. Además, tocar el pomo de la puerta con las manos mojadas hará que el siguiente que entre lo encuentre así, siendo poco agradable y nada higiénico.

Obviamente, después de lavarnos las manos vamos a tocar cosas, para empezar, el grifo y el pomo de la puerta nada más lavárnoslas. Para los más escrupulosos o delicados podemos cerrar el grifo o abrir la puerta con papel y después tirarlo.