5 mitos populares sobre las canas

Antes de poner el grito en el cielo ante las primeras canas y caer en pensamientos melodramáticos del estilo “me ha llegado el invierno de la vida”, deberías saber que las canas no son exclusivamente un signo de vejez. De hecho, mucha gente joven tiene canas. Una cana es un cabello que ha perdido su pigmento debido a un déficit en la producción de melanina y eso puede deberse a diferentes causas y no solo al paso de los años.
Y además

No es cierto que al arrancar una cana aparezcan más, ya que lo que hagamos en un pelo concreto no afecta al resto, pero arrancarnos pelos no es una buena idea, primero porque no eliminamos el folículo del cabello, así que ese pelo volverá a salir y será blanco y, segundo, porque al arrancarnos pelos de manera recurrente dañamos los folículos pilosos y el cuero cabelludo y lo que haremos será provocar que ese pelo no vuelva a salir, menos canas sí y menos pelo, también.
Y además

O eso de “si tienes canas no te quedas calvo”, suena alentador, sobre todo para la gente con canas, pero no es cierto. Las canas son más gruesas, pero como todos los cabellos, siguen su curso y si tienen que caer, caen.
Y además

Evidentemente, unos malos hábitos de vida también propician el envejecimiento prematuro y la aparición de canas, pero hay una base genética en ellas. Si tus padres, por ejemplo, empezaron a tener canas muy jóvenes, probablemente tú también… está en tu ADN.
Y además

Esto es falso. Vale, es verdad que las canas tienen una base genética, pero llevar unos hábitos de vida saludables es fundamental para que nuestro organismo funcione como un reloj… o al menos similar. No cuidarse, fumar, dormir poco, vivir siempre estresados, etc. son hábitos que benefician el envejecimiento prematuro y eso también afecta a tu melena. Además, la falta de vitamina B12 también se asocia con la aparición de canas.
Y además