
Cómo comer en el chiringuito y guardar la línea
¡Qué agradable es comer al borde del mar!, pero el problema puede traducirse en algún kilito de más. Identifica qué haces mal y disfruta del chiringuito.

Sí, a todas nos gusta el tinto de verano. “Pero, al igual que la cerveza, suma calorías”, explica la doctora Mar Mira de la clínica Mira+Cueto. ¿La opción light? “Toma agua con hielo, infusiones o refrescos zero”.

A la hora del tapeo no todo vale. “Huye de patatas fritas y variados de frutos secos, sustitúyelos por encurtidos o un puñadito de nueces o avellanas”.

Vale, un día te has pasado, pero no puedes cruzar la raya durante todas las vacaciones. “Lo ideal es equilibrar ese mismo día con ejercicio (un largo paseo por la playa, hacer bici) e ingerir alimentos más ligeros en la comida complementaría del día".

“Una ración de boquerones en vinagre puede aportar 500 calorías, dependiendo de la cantidad de aceite usado en su elaboración”

Son ligeras, si cuidas la selección de ingredientes y el aliño. "Huye de las salsas y del vinagre balsámico (son calóricos)".

Imaginar una comida fuera de casa sin un postre es imposible. “Tómalo en momentos puntales, mejor en la hora de comida y en porciones mini. La mejor opción es cerrar el almuerzo con infusión o café”.

¡Falso! Salvo los sorbetes y los de hielo, engordan lo mismo que una porcion de tarta.

Tomar un día sí y otro también pincho moruno o de tortilla, no va a beneficiar a tu silueta. “En los días de ocio la alimentación también debe ser equilibrada. Come alimentos frescos (frutas y verduras), modera la ingesta de carnes rojas y sustitúyelas por pescado”.

La estrategia de vermut o cañita con un pincho y, luego, comer como si lo hicieras en casa de tu abuela está totalmente desaconsejada. “Elige una de las dos opciones y recuerda que es más fácil de controlar lo que comes en un menú”.

“Es una excelente opción si está elaborada con poco aceite y sal, vegetales y arroz integral”

El problema no es el alimento en sí. “Es saciante y aporta fibra que ayuda a regular el ritmo intestinal”, es el gesto inconsciente que desata: llegas a la mesa y, mientras viene el primer plato, te comes dos porciones y, a veces, con mantequilla o aceite. ¿Mal? No, peor, lo habrás convertido en un ‘compañero’ hipercalórico. “Tómalo en el desayuno”.

Hará que recurras a platos más energéticos. “Toma ensaladas y verduras con algo de proteína, una opción equilibrada”

Patatas bravas, pescaíto frito, mejillones tigre, croquetas. Son alimentos fritos, grasos y contundentes. “Sé consciente del valor calórico de lo que estás comiendo, pon las tapas en un plato”.

Toma alguno natural, aunque la fruta entera es mejor (aporta fibra y resulta saciante). En cuanto a los envasados contienen azúcares.

Coger bronce sobre la hamaca está bien, pero no puede ser tu única actividad. “No hace falta hacer jornadas maratonianas en el gimnasio, camina 45 minutos a paso ligero, el ejercicio es lo mejor para compensar excesos”.