Consejos para evitar un golpe de calor
Es fundamental beber agua con mucha frecuencia, sin esperar a tener sed. El calor hace que nuestro cuerpo necesite constantemente líquidos, pero debemos evitar el alcohol, las bebidas con mucho azúcar o con cafeína y tomar agua, bebidas isotónicas diluidas, zumos naturales, etc.
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La temperatura habitual del cuerpo son 37º. Solemos pensar que tomar bebidas muy frías o darnos duchas heladas es lo mejor, sin embargo, ante eso el cuerpo se encuentra con una bajada de temperatura muy repentina y tiene que trabajar más para recuperarse. Las duchas templadas son la mejor opción.
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En los días de calor, no pueden faltar en nuestra dieta las ensaladas, las frutas, los jugos naturales y las verduras. Necesitamos hidratación y hay que buscar alimentos ricos en agua, vitaminas y minerales. La digestión de comidas pesadas hace aumentar la temperatura corporal, por lo que conviene evitarlas.
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Hacer ejercicio en las horas centrales del día y al aire libre es un factor de riesgo para sufrir un golpe de calor. En los días más calurosos, debemos evitar la actividad física intensa.
Si estamos en casa, es necesario tratar de refrescar el ambiente, ya sea con ventiladores, aire acondicionado o bajando persianas, toldos y buscando alguna corriente.
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Para prevenir un golpe de calor es fundamental evitar la exposición solar prolongada, proteger piel, cabeza y ojos del sol y buscar lugares frescos y a la sombra.
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Apuesta por ropa ligera y fresca, que transpire y ayude al organismo a mantener una adecuada temperatura corporal.
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