
Flores comestibles: las más conocidas
Te presentamos una amplia selección de flores que puedes encontrar o utilizar en recetas saladas y también dulces.
Se han utilizado siempre en la gastronomía, especialmente en la más refinada, pero da la sensación de que el uso de las flores comestibles va a más. Incluso es relativamente sencillo acceder a ellas para consumo propio porque hasta existen tiendas especializadas donde adquirirlas desde casa, en un par de clicks. ¿Conoces este alimento de moda?
Utilizar flores como complemento de recetas culinarias es un hábito que viene de lejos, sobre todo en determinadas culturas con gran tradición gastronómica como India o México. También en España, donde tenemos un amplio repertorio de ingredientes vegetales en nuestro entorno, se han utilizado muchísimo por parte de los mejores cocineros, que valoran sus matices en boca pero también el componente estético ya que pocos ingredientes son tan bonitos como las flores. Es indudable su aportación al conjunto, sobre todo a nivel cromático.
A nivel nutricional no presentan hándicap alguno puesto que son ingredientes de origen vegetal, pero sobre todo destacan por su capacidad para aromatizar y condimentar. Así que ya va siendo hora de eliminar esa etiqueta que tienen las flores comestibles de alimento elitista, solo para chefs reputados o restaurantes que aspiran a la estrella Michelín.
Eso sí, es importante matizar antes de darte a conocer un listado de 10 de las flores comestibles más utilizadas en el ámbito de la cocina que es fundamental asegurarse del origen del producto si te vas a animar a incluirlas en tus platos en alguna ocasión especial. Por ejemplo, ahora que estamos en Navidad y llegan días ideales para ello. No todas las flores son comestibles, ni siquiera aquellas que puedan serlo en potencia: esto es así porque solo una parte de la producción se cultiva para uso alimentario. Dicho de otro modo, de forma vulgar y exagerada, no puedes ir a la floristería e hincarle el diente a una flor que tenga buena pinta…
Si las puedes cultivar en casa, si bien para ello es importante que te documentes bien de como hacerlo para conservarlas de la manera adecuada, y también puedes adquirirlas en tiendas, como hemos mencionado al comienzo de esta pieza. Si haces esto último, en caso de que te sobren, conservadas en la nevera y consumirlas rápido para que no se estropeen.
Si las cultivas en casa, es aconsejable cortarlas la mañana de su uso, antes de que el sol más intenso las ilumine, y sobre todo es importante saber elegir las que están en mejor estado para el consumo: el olor y la vista son los sentidos de los que debes fiarte para ello.
Una vez escogida la flor, deseca los estambres, tallos, pistilos y la base blanca de los pétalos y lava estos con mucho cuidado. Para ello, utiliza agua fría y luego sécalos con algún material limpio y que no las rompa, como puede ser el papel de cocina, por ejemplo. También las puedes colgar bocabajo y que escurran solas.

De color blanco o morado, es una de los flores que puedes probar para iniciarte porque se parece a la planta cuya hoja conoces de sobra. Su sabor es un poquito más suave que esta.

De la flor de color blanca del azahar se extrae el famoso agua, producto que resulta clave en la receta, por ejemplo, del roscón de Reyes. Pues bien, la flor del azahar también es comestible.

La flor de la planta de cebolla, al igual que la del cebollino, el ajo o cebolleta, entre otras similares, también es comestible. Todas ellas se parecen al ingrediente en cuestión que brota de dicha planta, pero con una intensidad más suave de sabor.

Curiosamente, la hoja del crisantemo, que puede ser de colores variados y su sabor es siempre amargo, es muy habitual en mezclas de flores comestibles que se suelen vender en comercios especializados.

De esta conocida planta se elabora un té que gusta mucho, pero su hoja amarilla también se puede aprovechar en la cocina porque tiene un sabor dulce muy aprovechable.

Las flores de calabacín son muy conocidas entre quienes dominan este tipo de ingredientes vegetales porque no solo pueden ser un secundario de lujo en las recetas sino que también pueden jugar el rol protagonista. Para que lo sean se preparan fritas o rellenas.

También es dulce y muy llamativa por sus colores la flor de hibiscus, que has podido comerla en alguna ocasión en recetas de aves y pescados y también en postres.

Dicen los que son expertos en flores comestibles que la de lavando tiene un punto picante que combina muy bien con platos de carne y cremas, pero también es relativamente habitual encontrarla en repostería.

La flor más famosa también es aprovechable en la cocina. Además, lo es en todos los colores en los que se cultiva, sobre todo en repostería, donde se utiliza a menudo. También se pueden aprovechar para perfumar los platos de cordero, aprendiendo para ello de la influencia de la cocina árabe.

El olor de esta planta es uno de los más reconocibles que existen por su gran intensidad, de ahí que sus flores también se puedan utilizar en la cocina con el mismo objetivo. También se pueden hacer infusiones con ella.