
Los beneficios de las alcaparras: ¡sabrosas y nutritivas!
Gracias a su fuerte sabor e intenso aroma, estas bayas constituyen un sabroso aderezo para nuestros platos. Atrévete a utilizarlas; te mostramos sus beneficios.
Las alcaparras son conocidas desde la más remota antigüedad; ya se citan en la Biblia como símbolo de lo efímero, de la belleza física y de los deseos terrenales. Desde entonces, diferentes culturas gastronómicas han empleado estas curiosas bayas en la elaboración de sus platos.
Características
El alcaparro es un arbusto de hojas perennes que constituye una mata espinosa y rastrera. Pertenece a la familia de las caparidáceas; sus ramas ascendentes se adornan con hojas alternas y redondeadas, algo gruesas. En cuanto a las flores, son pedunculadas y muy olorosas, de color blanco sonrosado. El capullo de la flor es lo que denominamos alcaparra.
Procedencia
Estos arbustos crecen de forma silvestre en las zonas más cálidas y secas, incluso en el desierto del Sáhara. Actualmente se cultivan en Estados Unidos y en Europa. En España es muy común en zonas pedregosas de Andalucía, Murcia, Valencia, Cataluña y también Baleares.
Conservación
Las alcaparras son pequeñas yemas florales de color verde que se recogen y se conservan en una preparación de vinagre, sal y estragón. Las flores grandes y blancas de esta planta se secan en muy pocas horas y su fruto, el alcaparrón, una baya carnosa y muy sabrosa, también se utiliza encurtido como condimento de algunos platos.
Gastronomía
Las alcaparras son un ingrediente muy usado en la cocina mediterránea. Al natural tienen un sabor amargo y un fuerte aroma debido al ácido cáprico que contienen y que, una vez preparadas, eliminan, quedando con un sabor parecido al de las aceitunas. (A diferencia de las aceitunas, las alcaparras son bajas en grasas y en calorías).
La forma de conservación más popular es con sal y vinagre blanco. Después se le añade estragón y otros condimentos. No solo las alcaparras, sino también el vinagre que las conserva se utiliza para aderezar salsas y ensaladas.
Al natural o en conserva, las alcaparras dan un toque maestro a cualquier salsa y realzan el plato más sencillo. Se pueden añadir como un sustituto de la sal al cocinar salmón, pollo, pavo, carne, verduras o ensaladas.
Te mostramos sus valores nutritivos y sus beneficios y propiedades.

100 g de alcaparras contienen:
23 kcal, 0,86 g de grasas
4,89 g de hidratos de carbono, 2,36 g de proteínas, 3,2 g de fibra
40 mg de potasio, 2.900 mg de sodio, 10 mg de fósforo, 33 mg de magnesio
40 mg de calcio, 1,67 mg de hierro
4,3 mg de vitamina C, 0,88 mg de vitamina E, 0,139 g de vitamina B
0,652 g de niacina, 23 mg de ácido fólico.

Las alcaparras son alimentos antioxidantes debido a su contenido en flavonoides, ácido ferúlico y ácido sinápico. Contiene el mismo componente anticancerígeno del brécol (la sigrina) relacionado con la prevención del cáncer de mama, de estómago y de colon.
Hay estudios que avalan los beneficios de los antioxidantes contra el cáncer, como por ejemplo estudios realizados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI)

Debido a su alto contenido en flavonoides (10 g de alcaparras contienen 65 mg de flavonoides) son antioxidantes y buenas para el sistema cardiovascular.
Además reducen el colesterol y la circulación sanguínea.

Al contener vitamina K, las alcaparras nos ayudan a mantener los huesos sanos y fuertes.
Una porción de 1 cucharada de alcaparras contiene un poco más de 2 microgramos de vitamina K.
Para los hombres y mujeres mayores de 19 años, la cantidad diaria recomendada es de 90 microgramos por día

Las alcaparras están cargadas de fibra (100 g de alcaparras contienen 3,2 g de fibra), por eso reducen el estreñimiento.
Una cucharada de alcaparras contiene aproximadamente el 3 % de la ingesta diaria de fibra recomendada.

Si deseas perder peso, inclúye alcaparras en tu dieta.
Están constituidas fundamentalmente por agua, con muy poca cantidad de grasa y carbohidratos. Por eso su contenido calórico es muy bajo.

Los polifenoles de las alcaparras tienen propiedades protectoras sobre las células de las articulaciones.
Añadir alcaparras a las ensaladas ayudrá a mejorar la salud de nuestras articulaciones.

Las alcaparras alivian el dolor de estómago y las flatulencias. También ayudan con las digestiones lentas.
Son buenas para abrir el apetito, por eso se recomienda tomarlas a las personas inapetentes o con anemia.

Las alcaparras contienen sustancias que mantienen el nivel de azúcar en sangre.
Pero deberemos prevenir el consumo de gran cantidad de ellas si se están tomando medicamentos (para la diabetes), ya que éstos también reducen el azúcar en sangre.

Toma alcaparras si tienes congestión y flemas. Es muy rica en rutina, un flavonoide que combate las alergias.
La corteza del alcaparro tiene propiedades expectorantes, ayudando a eliminar la mucosidad de las vías respiratorias, y se toma en infusión para curar resfriados e incluso asma.

Las alcaparras hidratan y mantienen la piel. Sus compuestos flavonoides ayudan a evitar los radicales libres y evitan las enfermedades de la piel. También reducen el proceso de envejecimiento.

Al ser ricas en vitamina B y hierro, las alcaparras promueven el crecimiento capilar, previenen la caída del cabello y lo fortalecen.

- Si tienes problemas de tensión alta o te encuentras haciendo una dieta baja en sodio.
Las alcaparras tienen mucho sodio (3 g por cada 100 g de alcaparras).
La cantidad máxima de sodio que podrías tomar serían 2300 mg por día.
- Si comes en exceso te darán mucha sed.
- Si estás embarazada no debes tomar alcaparras.
- Si tienes problemas de corazón o retención de líquidos.

Elige las de color verde oscuro en tamaños más pequeños; son las mejores.
La isla de Pantellería en Italia, cuenta con las mejores alcaparras del mundo.

La salsa tártara es el plato estrella y la referencia culinaria en el uso de las alcaparras.
Se suele usar como acompañamiento de platos que contengan pescado o pollo.
Aunque admite variantes, a la hora de prepararla: mezcla mayonesa con pepinillos picados, alcaparras y cebolleta fresca. Añade una pizca de mostaza, rábano y perejil. Remueve bien.

- Mezcla 6 filetes de anchoa con una lata de atún.
- Tritura la mezcla y agrega 2 yemas de huevo.
- Incorpora 200 ml de aceite.
- Sazona con sal, pimienta y zumo de limón.
- Añade 3 cucharadas de alcaparras.
- Sirve esta salsa con carne asada.