
Los trucos para triunfar con el marisco estas Navidades: conócelos uno a uno
Almejas, cigalas, bogavante, buey de mar, ostras... Son los protagonistas de las reuniones familiares, pero hay que saber prepararlas y cuáles son sus propiedades nutricionales.
Si hay un plato estrella en las distintas comidas y cenas navideñas ese es el marisco. Muchas ya lo habréis comprado y lo tendréis congelado, otras esperaréis a última hora. Sea como sea, lo habitual es recurrir a la pescadería o marisquería de confianza para asegurarnos de esté fresquísimo. Ahora bien, para triunfar con el marisco estas fiestas es muy importante saber cocinarlo. Les expertos de es Cofradía Marina en Sanlúcar de Barrameda han compartido con nosotros algunos trucos conseguir un resultado perfecto.
Si vas a cocerlo tú misma en casa, esto es lo que debes tener en cuenta.
La cocción es uno de los puntos más importantes para realzar el sabor, y el tiempo variará de acuerdo al tipo de marisco. Si deseas cocerlos frescos lo mejor es comprarlos vivos. "Para el momento de la cocción, recomendamos ponerlos en una cazuela con hielo, vinagre y abundante agua. Así podrás limpiarlos de manera natural y sin causarles fractura alguna, ya que, si se hace un mal corte, sus jugos se derramarán y el sabor ya no será el mismo", nos cuentan en la cofradía. Ponlos al fuego en una olla grande con 30 gramos de sal por litro de agua; el agua debe siempre cubrir los productos. Se echan antes de hervir el agua, ya que si lo haces después, probablemente empiece a desmembrarse.
- Algunos tiempos: La cocción óptima de las langostas y bogavantes es de 10 minutos aproximadamente. Las gambas y cigalas tardan 3 minutos y los centollos unos 4 minutos. Una vez cocidos se dejan reposar con sal y hielo. Si el marisco es congelado, puedes cocerlos descongelados y sin descongelar, sólo varía que en el segundo caso debes echarlos en el agua después de la primera ebullición.
Cómo hacer los mariscos a la plancha.
Tanto frescos como congelados, esta manera de cocinarlos es la preferida por muchos, con distintos aderezos. Los crustáceos grandes como los bogavantes o las cigalas conviene partirlos por la mitad para que se hagan bien en la plancha. "También se les puede dar un pequeño hervor de 1 a 3 minutos antes", nos aconsejan los profesionales de la Cofradía Marino.
En cambio, si tenemos gambas, langostinos o cigalas pequeñas se puede poner enteras a la plancha¡. El proceso también tiene su miga: pon la sartén o parrilla a fuego lento, luego añade unas gotas de aceite de oliva y sal de manera uniforme en toda el recipiente. Cuando veas que empieza a crepitar la sal, es el momento de poner los mariscos. El tiempo de cocción no es exacto, así que, simplemente, si ves que el marisco empieza a cambiar de color, debes darle la vuelta.
Recetas hay muchas y tipos de marisco también. Aquí tienes los 10 más populares, con sus propiedades nutricionales para que sepas lo que comes.

Cocidas, a la marinera... o como quieras, pero elige almejas porque tiene proteínas de alta calidad nutricional y minerales esenciales como el hierro, potasio y calcio. Se trata de unos de los mariscos más sanos, lleno de vitaminas beneficiosas para el sistema nervioso y el cerebro.

Un crustáceo es de un rico valor nutricional gracias a sus minerales y vitaminas que contribuyen con la salud de nuestro organismo, aunque también aporta colesterol... ¡No se puede tener todo! Es uno de los mariscos que más calcio tiene, ideal para prevenir la osteoporosis. Las langostas abiertas, a la plancha, con ajo y perejil están para chuparse los dedos.

Uno de los manjares para paladares exigentes y un súper alimento lleno de nutrientes, vitaminas y minerales. Se comen crudas, solas o con un chorrito de limón, y recomendamos siempre comprarlas en sitios de confianza y cuidar de que estén muy frescas. Destaca su alto aporte de hierro, que combate la anemia, de calcio y fósforo, para mantener los huesos fuertes. ¡Ah! y las ostras son muy buenas para la piel.

Como dice el señor Recio en 'Aquí no hay quien viva: "Si tienes una cena elegante, llévese un bogavante". Y es que este marisco es tan rico como el pescado azul en grasas pollinsaturada beneficiosas para la salud. Es rico en vitaminas B3, que permite la regeneración del ADN, y A, esta última muy buena para la vista.

Este crustáceo marino de color rojo, con un caparazón oval y puntas de pinzas negras es otra de las estrellas en una buena mariscada de Navidad. Muy proteico y bajo en grasas, hay que destacar la presencia de zinc, que es antioxidante, protege las células de la piel y participa en el crecimiento del cabello y las uñas. Lo de buey... es por su tamaño.

Nos encanta, pero si tienes problemas de colesterol debes limitar su ingesta... Se trata de un gambón de gran tamaño, con una talla común entre 10 y 20 cm, y puede llegar a los 30 cm y de un color rojo brillante. A la plancha están riquísimos y son fuente de proteínas, ácidos grasos omega-3, fósforo, calcio, hierro, magnesio, zinc, potasio, fósforo y vitamina B12.

Se les llama así a estas suculentas y grandes pinzas de cangrejo que esconden una delicada y exquisita carne que no puede faltar en la mesa. Es una buena fuente de proteínas, bajo en grasa, y rica en omega 3, yodo y magnesio.

Es parecido a la langosta, bajo en calorías, aunque hay que tener cuidado con el colesterol... Se recomienda su consumo moderado, aunque también tiene muchas propiedades. Poseen un alto contenido en potasio y yodo, necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro sistema nervioso. También aporta fósforo y calcio, por lo que ayuda a tener huesos y dientes fuertes.

Si son de Huelva, mucho mejor. Se comen todo el año pero desde luego no pueden faltar en las fiestas. Du distinguido sabor, exquisita ternura de su carne y a la extensa variedad de platos a que ha dado lugar la convierten en uno de los productos preferidos de las mariscadas. Son muy valoradas por su contenido nutricional, ya que la gamba tiene una proteína ligera, de fácil absorción, que aporta vitamina B y E, además de hierro, zinc, calcio y fósforo.

Qué maravilla si te dan los cangrejos ya partidos, con las patas separadas para que puedas entretenerte en ir entresacando su carne blanca y suave. No solamente es una delicia, sino que además te darán un chute saludable de vitaminas, magnesio, sodio y zinc. Importantísimo el punto de cocción.