Qué puedes preparar con tahini más allá de hummus
A menudo ignoramos el potencial que tiene esta pasta de semillas de sésamo en la cocina. Te contamos cómo sacarle el máximo partido.
El tahini es una pasta elaborada a partir de semillas de sésamo tostadas y molidas. Es un básico de la cocina mediterránea y muy apreciada en Oriente Medio, Asia y África por sus beneficiosas propiedades y su versatilidad en la cocina. Aunque aquí lo usamos para hacer hummus y poco más, lo cierto es que esta masa tiene muchas posibilidades.
Sus propiedades nutricionales convierten al tahini en un alimento que todos deberíamos tener muy en cuenta. Destaca por su elevado contenido en fibra, proteínas y una amplia diversidad de vitaminas y minerales. Aporta hierro, por lo que es ideal para combatir la anemia, pero también cobre, oligoelemento que juega un papel muy importante en la absorción del hierro. Minerales como el selenio están también presentes en su composición nutricional, por lo que consumiéndolo estaremos ayudando a mejorar la salud de nuestro sistema inmunológico y disminuyendo la inflamación.
El tahini también es bueno para el corazón. Según diversos estudios, las semillas se sésamo tienen un efecto beneficioso sobre la salud de este órgano, pues disminuyen diversos factores de riesgo como los niveles elevado de colesterol LDL, triglicéridos y la presión alta. En definitiva, que se trata de un alimento muy completo muy bueno para la salud... y que estábamos desaprovechando, porque solo lo tenemos (o mejor dicho, teníamos) en cuenta a la hora de hacer hummus, la típica crema de garbanzos. Sin embargo, hay un mundo de posibilidades por explorar en lo que al tahini se refiere.
El tahini es tan fácil de hacer cómo versátil. Puede servirnos como salsa para darle vidilla a platos de verdura, ensaladas o pescado, o simplemente como un condimento más. Eso sí, a la hora de utilizarlo, hay que tener en cuenta que su sabor es bastante fuerte y ligeramente amargo, por lo que conviene no excedernos. Y sí, también encuentra su lugar en recetas de repostería, y es ideal para preparar brownies de chocolate o galletas. También se puede usar para enriquecer batidos de fruta, pues el sabor dulce de esta equilibra su ligero amargor.
¿Quieres saber cómo sacarle partido al tahini más allá del hummus? Sigue leyendo.

La batata es uno de los tesoros gastronómicos del otoño, y preparada al horno es especialmente deliciosa. Te proponemos una nueva receta con este tubérculo que rellenaremos con quinoa y vegetales al gusto. Si no tienes quinoa, también puedes utilizar arroz integral o amaranto. Como broche de oro final, agrega la salsa de tahini por encima... ¡y a disfrutar!

¿Quién dice que las ensaladas no sean para el otoño e invierno? Las ensaladas templadas son una alternativa muy apetecible para los meses de frío, basta con ser un poco creativos. Ficha esta idea: ensalada de zanahorias asadas, espinacas, garbanzos y salsa tahini para chuparse los dedos.

Si eres fan de la comida oriental, entonces seguro que adoras el falafel. Esta especie de croqueta a base de garbanzos combina especialmente bien con la salsa tahini. Una receta 100% vegana, deliciosa y nutritiva.

El tahini también es un excelente ingrediente para recetas dulces, por ejemplo unas galletas crujientes recubiertas con semillas de sésamo que no pueden tener mejor pinta. ¿Te animas a probarlas?

Como ves, el tahini es mucho más versátil de lo que pensábamos y no solo sirve para elaborar nuestro adorado hummus. La salsa de tahini combina muy bien con los pescados al horno, por ejemplo la dorada. En la cocina libanesa preparan una versión con merluza en salsa con tahini, cítricos, frutos secos y hierbas aromáticas que también nos morimos por probar.

La salsa de tahini es una estupenda opción para alegrar tus platos de verdura al vapor, al horno o salteadas. ¿Nuestra recomendación? Si quieres un picoteo saludable, hornea unas zanahorias y tómatelas mojando en salsa tahini, ¡verás qué delicia!

Se habla mucho del hummus, pero en el recetario árabe también hay lugar para otras salsas igualmente deliciosas. Es el caso del Baba ganush, o lo que es lo mismo, una pasta a base de puré de berenjena que se prepara con tahini. Está de rechupete con un poco de pan de pita.

El tahini también encuentra su lugar en infinidad de recetas de repostería, como las galletas o por qué no, los brownies. A priori chocolate y tahini parece una combinación dificil de encajar, pero realmente funciona, y es que este les aporta un toque muy cremoso y potencia su sabor. ¡Anímate a probarlo!