Remedios naturales contra la otitis

La infección del oído externo o medio puede tratarse con medicina natural, ¡aunque eso no te exime de ir antes al médico! Algunos de los remedios más efectivos pueden ser contraproducentes si además de una otitis tienes algo más grave, por ejemplo, una perforación. Y un truco: usa dos almohadas, porque dormir con la cabeza alta, ayuda.

Existen, para el doctor Miguel Martín Almendros, del grupo de Fitoterapia de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, dos elementos que, por su potencia antivírica y antibacteriana son “matabichos” instantáneos: el aceite esencial de orégano (se vende en perlitas) y la plata coloidal (en gotas). La cantidad recomendada ante una otitis aguda sería de “dos perlas tres veces al día durante cinco días” o de “1 ml de plata tres veces al día”, indica el experto.

Los niños muchas veces lo que tienen es "una infección de garganta que se refleja en el oído”, dice Martín Almendros. Además, su trompa de Eustaquio es tan corta que puede tratarse a través de la garganta en lugar de con gotas. ¿Cómo? Con inhalaciones de vapor de eucalipto y saúco. Hierve medio litro de agua con una cucharada de cada y, con una toalla sobre su cabeza, que inhale el vapor. Este método no curará una otitis adulta, pero sí que puede mejorarla.

“Si el médico te dice que no hay una perforación en el oído puedes hacer irrigaciones (lavados) con infusiones o aceites de muchas plantas”, opina el doctor; como por ejemplo, con manzanilla, melisa, caléndula, gordolobo o ajedrea. El aceite esencial de lavanda se puede rebajar al 50 % con aceite de oliva y emplearse en forma de gotas en el oído, pues tiene propiedades antisépticas y antiinflamatorias.

Hay dos formas de tratar una infección de oído: atacar directamente a los virus (como decíamos antes, lo más efectivo es con aceite esencial de orégano o plata) y preparar al sistema inmunológico para que los virus no vuelvan a instalarse. En este caso, las mejores barreras antibacterianas que hay en nuestro entorno son la equinácea y el propóleo. “Actúan estimulando la proliferación de linfocitos y aumentan su actividad, su virulencia antidefensiva”, explica el experto, además de que no generan resistencias.
Además, puedes ver otros tips para prevenir la aparición de otitis en verano en este post.

Si no tienes perforado el tímpano (pues podrías sufrir mareos o vértigos), puedes echarte en el oído dos gotas de aceite de ajo cuatro veces al día. Machaca unos ajos para que suelten su alicina (el componente bactericida), déjalos en aceite 40 minutos y cuélalo. Si está templado, mejor: dilata los vasos y penetra más fácilmente.
Si lo prefieres, puedes empezar probanco a envolver el ajo machacado en una compresa y restregarlo por fuera del oído, puesto que la alicina es volátil y, aunque con menos efectividad que mediante gotas, también penetrará.