
Setas: ¿cuál es cuál?
En España tenemos una gran variedad de hongos, hasta 9.000 especies registradas, pero la mayor parte de la población solo es capaz de reconocer las más típicas.
- Autora: Inma Coca
Lejos de zonas como el País Vasco y Cataluña, donde la recogida de setas cuenta con una larga tradición, tanto restauradores como aficionados se centran en las más conocidas, como el boletus –en Cataluña, conocidas como ceps y, con la llegada la temporada, se encuentran hasta en las croquetas–, pasando por las setas cardo, los níscalos o las amanitas cesáreas, conocidas como las setas de los césares (oronjas o tanas, en Andalucía).
¿Existen setas venenosas?
Sí, y es relativamente sencillo encontrarlas en nuestro país. La buena noticia es que el porcentaje de hongos tóxicos es muy inferior a los comestibles, aunque no debemos olvidar que hasta un 4 % son letales. De hecho, los expertos nos recuerdan cada temporada que una intoxicación de setas es, por lo general, muy grave.
Ante este panorama, la siguiente pregunta más común es si hay alguna técnica o truco para diferenciarlas y la respuesta, en este caso, es no. Algunas especies incluso llegan a ser muy similares a una comestible, por lo que, en caso de la más mínima duda, lo más sensato es desecharla.
Recuerda: recolecta solo las setas que vas a consumir, no acapares, no estamos en una competición.

Es una de las más conocidas y apreciadas, sobre todo, por su gran versatilidad en la cocina. Suelen ser los primeros en salir, forman pequeños grupos y su hábitat son los pinares.

Para muchos, es la reina de las setas comestibles, por lo que se la conoce como la seta de los césares. Te esperan en bosques de encinas o alcornoques, tras unos días de lluvia.

Es uno de los hongos más apreciados y extendidos, por lo que, en cada región, tiene un nombre. Gracias a su color amarillo sobre el verde de la hierva, es fácil encontrarlas.

Los expertos auguran una buena temporada de níscalos, una seta fácilmente reconocible y muy abundante en toda nuestra geografía.

Amarillas o negras, conocidas como de los muertos, pero no porque sean tóxicas, se esconden en las zonas más húmedas de los bosques de hayas o robles.

Se trata de una de las más peligrosas de nuestro país, es responsable de hasta un 95% de las muertes producidas de las setas.

Fácilmente reconocible por su sombrero en forma de cerebro, es muy tóxica y mortal, si se consume en crudo.

Tan bonita que parece un dibujo de cuento, esta seta consigue dejar paralizados a los insectos con tan solo tocarla.