Revista Mía

5 consejos y trucos para congelar mejor las verduras

Con estos sencillos pasos puedes aprender a optimizar mejor el espacio en tu nevera cuando congeles estos alimentos.

Si tienes un congelador pequeño -o si sueles congelar muchas cosas con frecuencia- seguramente estés de acuerdo con nosotros cuando decimos que guardar todos los alimentos o encontrar algo concreto en el congelador puede ser como jugar al Tetris. Sin embargo, con algunos consejos y trucos sencillos, se puede maximizar el espacio de este recipiente en muy poco tiempo. Aprender a almacenar los congelados es especialmente relevante si hablamos de verduras, ingredientes clave que se suelen conservar en frío y que se utilizan en multitud de recetas. Si eres vegano o vegetariano o si simplemente, congelas vegetales a menudo, estos trucos te vendrán muy bien. ¡Toma nota!

Hierbas frescas: La mayoría de las hierbas frescas (albahaca, cilantro, menta, orégano, perejil…) se congelan muy bien, lo cual es muy útil si por ejemplo, has comprado un manojo demasiado grande. Para congelarlas, lava bien las hierbas antes y déjelas secar sobre rollo de papel de cocina. ¿Un truco para optimizar el espacio? Pícalas y ponlas en bandejas para cubitos de hielo (llenando la bandeja con agua una vez que las hierbas estén dentro) o en bolsas o recipientes pequeños para congelar.

Caldo de verduras: Usa verduras para preparar un caldo de verduras delicioso que podrás conservar durante mucho tiempo sin que pierda nada de sabor. Utiliza cebollas, zanahorias, espárragos, hinojo, apio, todo tipo de hierbas e incluso granos de pimienta negra fresca para preparar el caldo. Una vez cocinado, déjalo enfriar y mételo al congelador en bandejas para cubitos de hielo o en bolsas pequeñas herméticas.

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Curry: Las pastas de curry se pueden preparar con anticipación y congelarlas durante un par de meses. Mezcla el ajo, el jengibre y el chile usando un mortero, tritura la pasta con el resto de ingredientes y cuando tengas la pasta hecha, divídela en bolsas individuales listas para usar más tarde.

Claras de huevo: ¿Sabías que podías congelar las claras de huevo que te sobran? Las claras se congelan muy bien, especialmente en bandejas para cubitos de hielo. Asegúrate de etiquetarlas claramente y utilizarlas en un máximo de 12 meses. Para usarlas en postres y repostería, descongélalas antes, durante una noche.

Frutas y bayas: Las frutas y bayas como las frambuesas, los arándanos, o las fresas son ideales para congelar. Lava las piezas de fruta y escurre la mayor cantidad de agua posible, luego trocéalas y congélalas en una bandeja plana o en recipientes individuales.

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