El cuidado capilar es un aspecto fundamental de nuestra rutina de belleza, y en el centro de este debate eterno se encuentran dos pilares esenciales: las mascarillas y los acondicionadores. Ambos prometen nutrir, suavizar y dar vida a nuestro cabello, pero ¿cuál es la elección correcta en cada situación? En este artículo, desentrañaremos esta cuestión de la mano de Pedro Abril, artista, peluquero profesional y cofundador de abril et nature (abriletnature. pro), para ayudarte a tomar decisiones informadas sobre cuándo y cómo utilizar cada uno, para que tu melena brille con salud y belleza en cualquier ocasión .

Respuesta de Pedro Abril: Hablamos de una de las dudas con las que convive la mayor parte de la población. Es muy importante entender que sus funciones son diferentes y, por tanto, cada uno de ellos se aplica y sirve para una cosa distinta. Partiendo de que la mascarilla y el acondicionador son productos para el cuidado del cabello que se utilizan en diferentes momentos y con objetivos distintos, te desvelamos cuándo es adecuado usar cada uno de ellos: Mascarilla para el cabello. La mascarilla es más intensa que el acondicionador, por lo que suele usarse con menos frecuencia. Una o dos veces por semana es suficiente, aunque variará y deberá adaptarse a las necesidades y características de cada cabello.
La mascarilla se usa cuando el cabello necesita una hidratación extra. Si tienes sensación de sequedad o crees que tu pelo está dañado o se ha vuelto áspero, la mascarilla ayudará a restaurar su humedad y suavidad. También se suele usar después de aplicar tratamientos químicos o tras largas exposiciones al sol.
Si has sometido tu cabello a tintes, decoloraciones u otro tipo de tratamientos químicos o si lo has expuesto al sol durante un período prolongado de tiempo, como ocurre en verano, este producto te ayudará a repararlo y a revitalizarlo. Acondicionador para el cabello. Por norma general, el acondicionador acostumbra a utilizarse con más frecuencia que la mascarilla.
De hecho, podríamos decir que generalmente se usa después de cada lavado del cabello. Este producto, que podemos encontrar en el mercado con aclarado o sin aclarado, se aplica siempre tras el champú, es decir, el acondicionador se usa después de lavar el pelo, para suavizarlo, desenredarlo y proporcionarle una capa protectora.
También se usa para mantener el cabello en estado manejable. Es un producto que ayuda a mantener el pelo suave y brillante. En definitiva, la mascarilla se usa de forma ocasional con el objetivo de proporcionar al cabello un tratamiento intensivo y reparador. Paralelamente, el acondicionador se usa de forma regular para un mantenimiento del pelo suave, manejable y protegido. En cualquier caso, será imprescindible ajustar la frecuencia de uso y los productos a las necesidades y características de cada cabello, de forma individual.