Con la llegada del viernes, el país entero se sumerge en la emoción y la esperanza ante el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad. Sin embargo, para aquellos que depositaron sus sueños en el número 30742, la ilusión se ve amenazada por una sombra inesperada: este número, aunque resulte premiado, no podrá ser cobrado.

La historia se remonta a la madrugada del 16 de noviembre, cuando el bar La Barrika en Navalmoral de la Mata (Cáceres) fue escenario de un robo que dejaría a muchos compradores con las manos vacías. Los ladrones, con astucia, se llevaron la máquina de la lotería tras romper la centralita, marcando así un destino desafortunado para todos los décimos asociados con el número 30742 fuera de este establecimiento.
El propietario del bar, en un intento de prevenir la desilusión de los compradores, lanzó un mensaje de advertencia en Facebook, destacando que estos décimos robados han sido denunciados con detalle: número, serie y fracción, haciéndolos fácilmente identificables. "El que compre ese número suelto, con o sin recargo, no podrá cobrar el premio", advirtió el dueño en su comunicado.
La situación se complica aún más, ya que los décimos están registrados como robados, impidiendo cualquier intento de cobro, incluso si la administración resultara premiada. El propietario alertó sobre la posible circulación de estos décimos en lugares poco fiables o no autorizados, subrayando la importancia de la precaución al adquirir lotería fuera de fuentes oficiales.
Así, mientras el país aguarda el sorteo con ansias, aquellos que confiaron en el número 30742 deberán resignarse a una realidad desafortunada: la pérdida de la oportunidad de cobrar un premio que, aunque en sus manos, les será esquivo. Un recordatorio amargo de que, incluso en la temporada más festiva, el azar puede jugar malas pasadas.