El cantante, primer “sí quiero”
Cuando Isabel se casó con Julio Iglesias los dos eran muy jóvenes y el cantante no gozaba de la fama mundial que hoy tiene, como tampoco la socialité era la reina del papel cuché.
Según las crónicas su amor fue un flechazo que desembocó en la primera boda de “La Preysler” el 29 de enero de 1971, en la Iglesia de Illescas, Toledo. La novia lucía un traje liso de manga larga y cuello alto con un fajín en color champagne a juego con los volantes de las mangas del vestido. El novio llevaba un chaqué con pantalón gris de raya negra diplomática y corbata a juego en tonos grises. Su luna de miel fue en Gran Canaria.
Tres hijos y divorcio
En septiembre de 1971 nació su primera hija, María Isabel, más conocida como Chabeli y después vendrían Julio José y Enrique. Los dos varones se han dedicado a la música, como su padre, aunque el que realmente le ha seguido los pasos en el éxito ha sido Enrique Iglesias.
Tras varios desencuentros de la pareja, al parecer debidos a la distancia provocada por los muchos viajes de Julio, se separan en 1978.
Segunda boda, el aristócrata
Isabel no tardó demasiado en rehacer su vida amorosa y dos años después, en 1980, se casó en secreto con Carlos Falcó y Fernández de Córdoba, marqués de Griñón, causando gran expectación en la sociedad española. Ella aseguró que no había ningún interés en esta boda y que le había enamorado su maravilloso sentido del humor.
Su imagen ya ocupaba las portadas y al parecer su capital era superior al de su marido, por lo que se dice que le ayudó en la promoción de su empresa de vinos y aceites.
La espontaneidad de Tamara y segunda ruptura
El 20 de noviembre de 1981 nace su hija en común, Tamara Falcó Preysler, que trajo grandes momentos de felicidad al matrimonio y hoy se ha convertido en la más mediática de los vástagos de la musa de Porcelanosa.
Sin embargo, su historia de amor no duró mucho y en 1983 comenzaron a surgir los primeros rumores de crisis en su matrimonio, rumores que fueron constantes durante dos años hasta que su separación se hizo oficial en 1985.
Tercer enlace, el político
Cuando en marzo de 1986 Isabel Preysler y Miguel Boyer son sorprendidos juntos por primera vez por los fotógrafos, a las puertas de la casa de ella en Arga 1, los rumores que ambos tanto habían negado se confirman. Ya no esconde su romance con el entonces superministro de Economía, Hacienda y Comercio del primer gobierno de Felipe González.
La unión de la sobriedad de Boyer y el glamour de Preysler, que desembocó en la dimisión del político, se materializa con una boda civil el 2 de enero de 1988, a las nueve de la mañana, en el edificio de los juzgados de la calle Pradillo de Madrid, en la más estricta intimidad con solo dos testigos amigos de la pareja.
Ana, la inteligencia, y el dolor de una muerte
El 18 de abril de 1989 vino al mundo Ana, una niña que ha demostrado con el tiempo su inteligencia y serenidad y hoy ha enamorado a una de las figuras del tenis, Fernando Verdasco.
Con la llegada de la quinta hija de Isabel también llegó un escándalo debido a las críticas que el matrimonio recibió por la ostentación de su nueva casa en Puerta de Hierro, a la que todos llamaban “villa meona” por sus doce cuartos de baño.
Desgraciadamente Isabel, que llegó a celebrar las bodas de plata con Miguel Boyer, se estrenó como viuda el 29 de septiembre de 2014, fecha en la que falleció el economista tras un largo periodo de convalecencia por un ictus sufrido casi tres años antes.
El literato Nobel, ¿cuarta boda?
De nuevo en la vida amorosa de Isabel la realidad supera a la ficción y su fama de conquistadora de caballeros vuelve a las crónicas sociales tras saltar a los medios su idilio con el Nobel Mario Vargas Llosa.
Fue en junio de 2015 cuando se les fotografió por primera vez yendo a comer juntos en Madrid. No había pasado ni un año de la muerte de Boyer y en breve se confirmaba el noviazgo del literato con la “reina de corazones”. Muchos hablaban de un romance clandestino que veía de meses atrás.
De la mano por el mundo
La pareja, que se ha vuelto inseparable, está esperando el divorcio del escritor y su ex mujer, Patricia, para volver a pasar por el altar o por el juzgado.
De momento, y sin importarles las miradas o las críticas, pasean su amor allá por donde van cogidos de la mano.
