Con la llegada del sol y los días largos, también se incrementa el riesgo de hurtos en supermercados y tiendas. El verano se convierte en un periodo crítico para los comercios, marcando un notable aumento en los robos. En los meses de verano, los turistas invaden las ciudades más grandes de nuestro país. Según los datos recopilados por el INE, en el 2024 llegaron más de 93 millones de turistas. La elevada afluencia de veraneantes de todas las nacionalidades crea un entorno fértil para estos incidentes, mientras que las multitudes en chiringuitos y supermercados sirven de cobertura perfecta para quienes ven una oportunidad de llevarse productos sin pagar. Ahora, un estudio reciente de Checkpoint Systems Spain ha desvelado cuáles son los cinco productos que más se roban en verano, entre los que se encuentran protectores solares, aceite de oliva y preservativos.
Cada año, en la maleta de una mujer cabe un protector solar, una bruma perfumada y 7 productos más de belleza que son los mejores aliados en verano a partir de los 50 años. Por ello, el que más destaca por ser robado en tiendas y comercios en nuestro país es uno de ellos. Este pico en los robos preocupa tanto a pequeños como a grandes comerciantes, quienes deben redoblar esfuerzos para proteger sus productos.
Los protectores solares entre los productos más robados
Las estadísticas indican que hay una serie de artículos que se convierten en los favoritos de los ladrones durante el verano, cambiando según la región y el clima. En pleno junio, julio y agosto, los artículos más hurtados reflejan las necesidades estacionales de los consumidores. Los protectores solares se llevan la triste medalla de oro, estando siempre en la mira de los ladrones tanto en playas como en ciudades. Este fenómeno no solo ocurre en las tiendas costeras, sino también en zonas de interior, donde el calor aprieta igual de fuerte y la protección solar se convierte en una necesidad.
Las bebidas alcohólicas le siguen de cerca en esta peculiar lista con el segundo puesto. Con el calor y las fiestas, la demanda de cerveza fría, vinos y licores es constante, y muchos intentan satisfacerla a costa de los supermercados. La facilidad para revender estos productos también juega un papel importante en su popularidad entre los ladrones.
Las particularidades según la región del país
El lugar donde se encuentra el supermercado influye notablemente en los productos más robados. En las regiones del norte de España, las bebidas alcohólicas son un punto caliente debido a la demanda en festivales y eventos al aire libre. Además, el marisco también entra en el foco, dado su elevado valor y fácil comerciabilidad en mercados paralelos.
Por otro lado, en el sur, los protectores solares dominan la lista, seguidas de bebidas refrescantes y aceites, elementos clave para la cocina veraniega. En la costa del levante y en las islas, las gafas de sol y los preservativos entran en la lista, productos accesibles que suelen desaparecer rápidamente de los estantes.
El plan de los comercios y tiendas para reducir el impacto de los hurtos
Ante esta oleada de hurtos estivales, los supermercados y tiendas han implementado diversas estrategias para frenar las pérdidas. Aumentar la presencia de personal de seguridad, instalar cámaras y adoptar tecnología avanzada que prevenga el hurto son algunas de las medidas que se aplican para proteger los productos más vulnerables.
Las campañas de concienciación entre el personal y el uso de etiquetas de seguridad también han demostrado ser efectivas para prevenir estos incidentes. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, los hurtos continúan siendo un problema persistente que requiere adaptaciones continuas para salvaguardar los márgenes de ganancia de los negocios durante el verano.
La batalla contra el hurto en verano está lejos de acabar, pero con medidas adecuadas y vigilancia constante, los comercios tienen la oportunidad de mantener sus estanterías bien surtidas para los clientes honestos que solo quieren disfrutar de un verano sin preocupaciones ni sorpresas desagradables al pasar por caja.
