Beneficios del laurel y en qué platos utilizarlo

Las hojas de laurel tienen propiedades astringentes, estimulantes del apetito y diuréticas. ¡Y estos son solo algunos de sus beneficios! Te contamos cuáles son las propiedades de este ingrediente y en qué platos originales puedes utilizarlo.
hojas de laurel secas en cucharon de madera sobre mesa de madera

Seguro que en tu cocina cuentas con un especiero o cajón de las especias, y es más que probable que el laurel no falte en él si eres fan de los guisos y los platos de cuchara. El laurel es un árbol que de tronco liso y hojas perennes, que son las que se utilizan entre los fogones y con fines medicinales en algunos casos. Te contamos cómo afecta su consumo a nuestro organismo y cómo puedes utilizarlo. 

Propiedades del laurel

Las hojas de laurel esconden muchas propiedades que seguro desconocías y aportan mucho más que algo de sabor a tus platos. En su versión fresca contiene vitamina C, esencial para el desarrollo y reparación de los tejidos (piel, tendones, ligamentos...). El ácido fólico también está presente en el laurel, y es especialmente importante durante el embarazo, ya que previene los partos prematuros y favorece el correcto desarrollo del feto. Esta vitamina del tipo B se localiza en vegetales y plantas de tonos verde oscuros. El laurel también es rico en vitamina A, un tipo de antioxidante natural que apoya el funcionamiento del sistema inmunitario y la visión.

Se trata de una hoja rica en cineol y eugenol, que aunque quizá no te suenen, aportan al laurel su capacidad para facilitar la digestión. De esta manera se reducen las molestias derivadas de los gases y la acidez. Por otra parte, ambos activos actúan como estimulantes del apetito, lo que le hace especialmente interesante para personas que estén siguiendo dietas para ganar peso (pueden consumirlo en forma de infusión, pero de eso hablaremos más adelante).

El laurel también destaca por sus propiedades antibactericidas, antiinflamatorias y expectorantes, de ahí que su uso sea especialmente beneficioso para tratar la faringitis o la bronquitis. Y por si te parecía poco, también es diurético. ¡Bye, bye retención de líquidos! Eso sí, en exceso puede ser tóxico, afectando al sistema digestivo y nervioso, hígado y riñones.

A nivel tópico, tradicionalmente ha sido empleado en el tratamiento de quemaduras o infecciones. En vahos ayuda a despejar los pulmones y su ácido laúrico actúa como repelente de insectos. ¿Quieres saber cómo sacarle todo el partido? ¡Te chivamos todos los secretos!

¿Cómo utilizo el laurel en la cocina?

Entre fogones, el laurel es todo un must para utilizar en salsas. Y es que esta hierba encuentra su hueco ideal en guisos, estofados, escabeches e incluso adobos. ¿Lo más importante a tener en cuenta? El laurel no se fríe, aunque parezca una obviedad. Hay que incorporarlo a recetas a fuego lento en los que esté hidratado, para que pueda liberar todo su sabor. Incorpóralo a tus platos en el momento de la cocción. 

En guisos lo mejor es añadir las hojas enteras o si quieres potenciar su sabor, te recomendamos partir cada una de las hojas en dos o tres trozos. Y puedes ir más allá: en platos de legumbre y arroces aporta un toque inconfundible, pero te animamos a incluirlo incluso en la bechamel. ¡Te sorprenderá el toque de sabor que aporta! Cuando el plato esté terminado y para evitar 'sorpresas', retira las hojas. Si las ingieres en un descuido su sabor seguramente te desagrade.

Y si eres fan de las infusiones, atenta. La infusión de laurel te ayudará a reducir tus niveles de glucosa, abrir tu apetito... ¡Incluso hay quien lo incluye en cócteles! Eso sí, evita consumirlo de esta manera si padeces de úlceras estomacales o gastritis, y no es recomendable abusar de él. 

¿Ya sabes qué uso darle al laurel en tu cocina? 

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