Según datos publicados por la Sociedad Española de Neurología, el 48% de la población adulta española y el 25% de la población infantil no tiene sueño de calidad. Y lo más alarmante es que estas cifras no han dejado de aumentar en los últimos años, afectando ya a todos los grupos de población. Una mala noche o una racha en la que puede costar más conciliar el sueño suele estar dentro de lo normal. El problema llega cuando esto se vuelve crónico y afecta negativamente a la calidad de vida de quien los sufre.
Problemas laborales o personales, así como el cuidado de niños o mayores, son situaciones por los que todo el mundo pasa en algún momento de su vida y, por lo general, se supera sin mayor repercusión. Pero cuando estas noches en vela o los despertares de madrugada se vuelven algo habitual, es cuando hay que pedir ayuda y consultar con un especialista.
Se estima que una persona adulta necesita entre 7 y 8 horas de sueño para restaurar las funciones del organismo. La falta de sueño está íntimamente relacionada con enfermedades crónicas como la hipertensión o diabetes, así como la obesidad o la depresión. Motivos más que de peso para buscar un remedio. Nosotros ya te hablamos de este sencillo hábito recomendado por la Universidad de Harvard para mejorar la calidad del sueño, pero ahora venimos a hablarte de ayudas naturales para conciliarlo.
Medicación muy demandada

España es el primer país del mundo en consumo de tranquilizantes (ansiolíticos, hipnóticos y sedantes). Entre las muchas explicaciones que barajan los expertos para explicar esta situación está la falta de personal sanitario en este campo. Así, lo más sencillo para el médico de cabecera es recetar uno de estos fármacos para ayudar a dormir. Pastillas que, además, son baratas. Esto no deja de ser un parche rápido y un mal que no deja de aumentar. Y es que, el gran problema de estos fármacos es que son altamente adictivos, por lo que su uso debe ser controlado y puntual.
Nuevos hábitos

Antes de recurrir a la famosa "pastilla para dormir" es conveniente cambiar algunos hábitos. Revisar el contenido de la cena y evitar comidas copiosas, cumplir unos horarios para instalar una rutina. Asegurarse de que las condiciones sean favorables, como la temperatura, una cama cómoda, evitar ruidos fuertes o luces molestas, son algunos pequeños gestos que nos pueden ayudar y mucho.
Por otro lado, antes de dar el paso y automedicarse o consumir fármacos potentes, es conveniente apostar por remedios naturales. Existen muchas plantas cuyas propiedades nos ayudan a relajarnos y conciliar el sueño de forma más sencilla. Conocer cuáles son esos recursos naturales es vital para saber qué es lo que más conviene en cada momento.
Un sueño natural

La bioquímica especializada en marketing y product manager de Kneipp Júlia Pijoan nos ayuda a realizar un repaso entre los diferentes activos como hierbas medicinales y extractos de plantas naturales que contribuyen a una mejor conciliación del sueño, y a que este sea profundo y reparador. Estas son una apuesta segura.
- Pasiflora. Una planta conocida por sus propiedades relajantes y sedantes, tradicionalmente atribuida al alivio del estrés, ansiedad y mejora de la calidad del sueño. Contiene principalmente flavonoides que actúan sobre el sistema nervioso central, reduciendo la actividad neuronal, lo que ayuda a conseguir un estado de relajación óptimo para contribuir a mejorar tanto la eficiencia del sueño como a reducir el despertar tras el inicio del sueño.
- Amapola de California. Una de las flores más reconocidas por sus propiedades sedantes y tranquilizantes. Se recomienda su uso para el alivio de los síntomas leves de estrés mental y para ayudar a dormir, ya que contribuye a la inducción del sueño y a que este sea de calidad, gracias a los alcaloides hipnóticos que actúan sobre el sistema nervioso central, ayudando a relajarnos y a descansar más y mejor.
- Melisa. Una hierba perenne de la familia de las lamiáceas reconocida por sus propiedades relajantes. Esta planta es rica en compuestos polifenólicos y flavonoides, los cuales tienen propiedades relajantes, calmantes, analgésicas y antioxidantes. Esta joya de la naturaleza se usa para aliviar los síntomas de estrés mental como intranquilidad e irritabilidad y para facilitar el sueño.
- Lavanda. Se trata de una planta con efectos relajantes y sedantes para aliviar los síntomas leves de estrés mental y agotamiento y para ayudar a dormir. Su aroma proporciona una sensación de relajación para ayudar a reducir la tensión.
- Ashwagandha. Es una planta conocida por sus propiedades adaptógenas y antiinflamatorias, utilizada tradicionalmente para reducir el estrés, la astenia y la ansiedad. También se usa para mejorar la calidad del sueño al promover un estado de calma y equilibrio en el sistema nervioso central. Además, aumenta la resistencia física y mental, regula los niveles de cortisol y apoya la función cognitiva, contribuyendo a un bienestar general.
- Melatonina. Seguro que has visto multitud de productos para dormir con melatonina como principal ingrediente. Pero ¿qué es? Se trata de una hormona que produce nuestro cuerpo para ayudar a regular el ciclo de sueño y vigilia. Su secreción está directamente relacionada con la luminosidad: aumenta en condiciones de oscuridad, lo que induce el sueño, y disminuye con la luz, ayudando a mantenernos despiertos. Esta hormona también puede ser administrada de manera exógena (por ejemplo, en complementos alimenticios). La EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) la recomienda para disminuir el tiempo necesario para conciliar el sueño y para aliviar la sensación subjetiva de desfase horario (jet lag).