Descargarse una aplicación y empezar a conocer gente es muy sencillo. También lo es dar con personas que puedan entrar en los gustos específicos de cada uno. Lo más difícil llega cuando esa persona especial, con la que se lleva un tiempo hablando, quiere dar el siguiente paso y quedar en vivo, en la vida real.
Es necesario tener muy claros los detalles de esa primera cita, de modo que garanticemos que sea la primera de muchas:
Lugar para una primera cita
Por supuesto, mejor huir de discotecas ruidosas, ya que la parte esencial de una primera cita es poder escuchar en vivo la voz de la otra persona. Lo normal es quedar en un restaurante o bar de copas tranquilo, pero ciertamente animado, porque si no el ambiente puede llegar a ir en tu contra.
Hay unas reglas básicas de comportamiento para no pasarse ni quedarse corto, mostrando la mejor versión de cada uno: no parecer sobreactuado, no exagerar ni mentir, en definitiva, ser siempre tú mismo. En este último punto es cuando se produce, a veces, un confrontamiento, ya que alguien puede gesticular y sobreactuar porque sencillamente es así, pero como es algo “natural” la otra persona lo asimilará como parte de tu personalidad, para bien o para mal.
No hay que parecer una persona demasiado recatada, pero tampoco hay que ir tirando la casa por la ventana ni mostrar más de la cuenta. ¿Lo mejor? Un punto medio, elegir prendas que favorezcan y que a la vez correspondan al estilo de cada día y con las que uno se siente a gusto: la meta principal es aprovechar la cita estando a gusto.
Buscar un tema de conversación es complicado, depende de la personalidad de cada uno, del interés en lo que la otra persona hace, en su trabajo, en los puntos en común, en el estado de ánimo… Lo que siempre hay que evitar, bajo cualquier circunstancia, es hablar de ex, política, religión… incluso de fútbol (a no ser que seáis del mismo equipo, partido y confesión).
Por Marie Cosnard, directora de tendencias de Happn.