Los test genéticos actuales permiten no solo prevenir patologías hereditarias sino también conocer los aspectos físicos y de conducta de nuestro hijo para poder mejorar su educación y desarrollo emocional en el futuro.
¿Cómo será mi hijo de mayor?, ¿Será alto o bajo?, ¿Creativo o lógico?, ¿Nocturno o diurno? Un sencillo análisis de ADN (con una muestra de saliva) nos permitirá averiguar algunas capacidades cognitivas y atributos físicos de nuestros hijos. Con los nuevos test genéticos estarás más preparado para educar a tu hijo ya que conocerás de antemano en lo que probablemente destaque y también lo que le cueste más, adelantándote a sus obstáculos.
A través del conocimiento de la composición genética de nuestros hijos podemos descubrir la influencia de los rasgos ambientales y de su forma de vida, así como el impacto de lo que comen, beben, el sitio en el que viven, su estilo de vida y lo activos que son. Saber su patrón de crecimiento, su potencial atlético, pronosticar si un niño tiene tendencia genética a necesitar gafas o su grado de rendimiento de memoria, son cuestiones que pueden guiarnos a la hora de elegir qué deportes son mejores para él, potenciar sus habilidades, o determinar los comportamientos que debemos reforzar.
Pero, ¿cómo utilizar esa información? Consuelo Prieto, responsable médico de los seguros de salud Néctar, responde a esa duda: “Los test reflejan la predisposición genética de nuestros hijos a tener un comportamiento o rasgo físico concreto, describen las probabilidades, pero no son determinantes. La expresión de un rasgo en particular (fenotipo) está influenciada además de la genética por el ambiente y los estilos de vida, por ello es muy útil disponer de esta información desde que son pequeños, para tomar decisiones con mayor rapidez, comprender ciertas actitudes o potenciar algunas facultades a las que están genéticamente predispuestos. La finalidad de estos test es proporcionar información útil, adelantarnos algunas claves de su personalidad y comportamientos, de manera que pueda ser una herramienta más que nos ayude en su educación”.
¿Qué averiguaré en el análisis de ADN?
1. Físico
- Su capacidad atlética y la velocidad de resistencia. ¿A qué deporte puedo apuntarle? El test puede decirnos si la composición genética de nuestro hijo está más cerca de ser la de un velocista que la de un corredor de resistencia a través del ACTN3 o “gen de la velocidad”. Al conocerlo, podemos optimizar su enfoque en el entrenamiento deportivo o que deporte practicar en base a su ventaja natural.
- Miopía. Esta prueba de ADN puede explicar por qué tu hijo es miope, e incluso predecir si tiene cierta tendencia genética a que vaya a necesitar gafas. La miopía, aunque es en ocasiones el resultado de algunos factores ambientales, también se encuentra codificada genéticamente en su ADN.
-Altura. ¿Cuánto puede crecer tu hijo? Conociendo cómo será de alto tu hijo, entenderás mejor sus etapas de crecimiento y podrás orientarle hacia las actividades extracurriculares más acordes a su altura. También puedes ayudarle conociendo qué alimentos son los más idóneos para el crecimiento (entre el 20 y el 40 % de la altura se puede atribuir a efectos ambientales, principalmente la nutrición).
- ¿Diurno o nocturno? Aunque existen diversos factores que afectan a nuestro reloj interno, recientes investigaciones han descubierto que el ADN también tiene un papel importante. Los ritmos individuales de sueño y actividad están determinados por los “genes reloj”… el reloj de tu hijo puede preferir la noche o el día, algo que también ayudará a que entiendas ciertos comportamientos o a enfocar algunos hábitos.
- Memoria. ¿Recordará los días importantes? ¿Tendrá buena retención de contenidos para sus exámenes? ¿Tendrá mejor memoria verbal o de trabajo? Las respuestas a estas preguntas sobre la memoria de tu hijo te ayudarán a saber cómo orientarle en sus estudios y qué aspectos reforzar.
2. Comportamientos
- Modelos de aprendizaje. ¿Tiene tu hijo en cuenta las experiencias vividas a la hora de tomar una decisión? Algunas personas muestran tendencia hacia el modelo de aprendizaje por explotación (aprenden de una decisión pasada con resultado positivo, con reticencia a experimentar resultado negativo), otras, por la exploración, evaluando opciones que producen un mejor resultado. ¿Hacia qué modelo se orienta tu hijo?
- Evitar los errores. ¿Tiene tu hijo dificultades para aprender de sus errores? Con estos test podrás conocer si en sus genes tiene la capacidad de mejorar aquello que le ocurre en el pasado, vinculada a la mutación de un gen. El papel de los errores tiene mucho que ver por ejemplo en el aprendizaje de idomas: el idioma será adquirido mejor si luchamos contra la tendencia natural a evitar errores.
- Tendencia al riesgo. ¿Tu hijo hace cosas peligrosas? ¿Le gusta el riesgo? Su comportamiento en busca de este tipo de sensaciones puede estar motivado en gran parte por su ADN. Asumir riesgos también se refiere a la tendencia a involucrarse en conductas que pueden ser perjudiciales o peligrosas con el fin de lograr un resultado percibido como positivo como conducir rápido o tomar ciertas sustancias.
- Apoyo social. ¿Tu hijo es una persona sociable? ¿muestra tendencia a buscar el apoyo en los demás para afrontar sus problemas o prefiere solucionar las cosas por su cuenta? La tendencia de una persona para confiar en los demás es uno de los predictores del bienestar…sabiendo cómo es tu hijo en este sentido puedes ayudarle a mejorar su comportamiento social.
Los tests genéticos se pueden hacer desde bebés hasta los 14 años. Cuanto antes se hagan mejor. Su precio suele rondar los 70 euros, pero algunos seguros de sallud como Néctar, los regalan a sus nuevos asegurados o si traes a un amigo.