¿Te has planteado ser donante de médula?

Muchas veces se confunde la donación de médula ósea con la médula espinal. La ósea puede donarse, porque se regenera, y hace mucha falta. ¿Te has planteado apuntarte como donante?

Hemos oído muchas veces hablar del trasplante de médula ósea, y da la sensación de que es complicado y doloroso. Pero, según el Dr. Enric Carreras, no lo es: "donar médula ósea no es peligroso ni doloroso". Primero, porque la extracción se hace en quirófano bajo anestesia general de corta duración. La punción puede dejar dolorida la zona, pero normalmente desaparece en menos de 4-5 horas. Además, no entraña ningún riesgo para la salud, igual que donar sangre.

Una de las razones por las se tienen tantos reparos es porque mucha gente confunde la médula ósea con la médula espinal, que es otra cosa muy distinta. "La médula espinal se encuentra dentro de la columna vertebral y transmite los impulsos nerviosos a todo el cuerpo. En cambio, la médula ósea es el tejido esponjoso que se encuentra en el interior de los huesos y es el lugar en el que se produce la sangre porque contiene las células madre. Donar médula ósea no interfiere con la columna vertebral ni con el sistema nervioso", explica el doctor. Es decir, no te quedas sin ella por donarla, pues se regenera rápidamente. En dos semanas volverás a estar igual que antes de donar, "hasta el punto de que podrías volver a donar si así lo quisieras", nos cuenta el doctor Carreras.

Apuntarse no implica donar

Es importante advertir de que, a no ser que quieras ser donante voluntario para un familiar, estar inscrito en un registro de donantes voluntarios no implica que vayas a donar médula ósea. Al menos, no necesariamente.

"Solo entre un 25 % y un 30 % de los pacientes tiene la posibilidad de encontrar un donante de médula ósea familiar compatible, con lo que la alternativa que queda es la de recurrir a los donantes voluntarios", dice Carreras. Por eso es tan importante que los registros cuenten con un gran número de donantes, de forma que se multipliquen las posibilidades. Cuando te apuntas en un Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO), se te extrae una muestra de sangre que servirá para comprobar tu compatibilidad con alguien que necesite un trasplante de médula ósea. Una vez registrado aquí (y automáticamente, en los registros internacionales de 52 países) las probabilidades de que seas compatible con alguien y se te solicite la donación y se realice son extremadamente bajas (aproximadamente de 1 entre 4.000).

Si, por suerte, llegase ese caso, antes de trasplantarla, se vuelve a comprobar que tu médula ósea y la del receptor son compatibles (tan compatibles que puedan convivir indefinidamente en el receptor). "En el proceso de trasplante, normalmente (en el 80 % de los casos) se dona mediante una citaféresis o donación de sangre periférica. Una vez hecha la donación, las células madre obtenidas se administran al paciente como si fuera una transfusión de sangre. Las células madre anidarán en la médula ósea de los huesos del receptor para producir células de la sangre sanas", explica el doctor. En muchos casos, los resultados para la salud del paciente son positivos y capaces de mejorar su estado. 

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