Las tendencias a nivel mundial que impactarán en la alimentación apuntan a un crecimiento de los alimentos saludables y sostenibles. Al respecto, dado que la mitad de los europeos sigue algún tipo de dieta, una parte cada vez más importante de los consumidores comienza a demandar ingredientes, productos y combinaciones de alimentos que brinden beneficios físicos o emocionales. Así lo apuntan las tendencias rastreadas en diferentes informes por el Observatorio de Healthia Certification, sello de alimentación saludable del sector hotelero.
Los consumidores se han vuelto “desconfiados” de forma generalizada con las regulaciones de la industria agroalimentaria, según la agencia de mercado Mintel. El frenético ritmo de vida actual y el hecho de vivir muy conectados también han influido para que la reacción de los consumidores sea la del “autocuidado”, priorizando el tiempo y los esfuerzos que se dedican a sí mismos y a la buena alimentación.
Las tendencias también apuntan a que continuará la fiebre vegana. El año pasado ya se vio que el vegetarianismo sigue despertando mucha curiosidad y llega incluso a la demanda de postres de toda la vida pero en versión vegana. La firma de investigación Global Data constata que el vegetarianismo ha aumentado un 600 % en los Estados Unidos desde el año 2014. Por su parte, Mintel indicó recientemente que la cantidad de productos veganos había aumentado un 92 % desde 2014.
El alcohol baja puntos. Ahora bebemos más agua según detecta BBC Good Food, que predice un auge de las bebidas sin alcohol. Y según otros datos facilitados por diversos supermercados británicos, las aguas tónicas premium con sabores interesantes, los “licores” sin alcohol y las mezclas botánicas (como, por ejemplo, de pomelo, limón, cardamomo, roble y especias varias) están inundando el mercado para llenar un vacío.
Otra de las tendencias en alimentación para este año incide en la cocina fusión. Lo vimos el año pasado, con el triunfo de la comida hawaiana. Y ahora todo apunta a que crecerá el interés por la comida procedente de Oriente Medio. La creciente facilidad para conseguir ingredientes de cualquier rincón del planeta está llevando a que la gastronomía sea cada vez más mestiza.
Autocuidado
En el futuro –puede leerse en “Global Food and Drink Trends 2018”, que se puede descargar gratuitamente– cada vez más consumidores buscarán ingredientes, productos y combinaciones de alimentos y bebidas que brinden beneficios nutricionales, físicos o emocionales que mejoren sus prioridades de autocuidado”. Por otra parte, “la aversión a ingredientes específicos está aumentando a medida que más ciudades, condados, estados y países aplican impuestos, requisitos de etiquetado y otras estrategias para crear conciencia sobre los posibles efectos nocivos sobre la salud del azúcar, la sal, las grasas saturadas y otros ingredientes que pueden evitarse”, señala este informe.
Beber agua en las comidas
“Es llamativo como los españoles vuelven a pedir agua cuando se sientan en la barra o en la mesa del bar, hasta un 8% más”. Así lo recoge el informe de Nielsen “La nueva comanda”. En cambio, las bebidas alcohólicas permanecen estancadas, especialmente las de más alta graduación.
Comer con los ojos
De la mano de los millenials, continúa la tendencia de “comer con los ojos”. Según la agencia de mercado Mintel, el consumidor busca cada vez más que la comida sea una experiencia sensorial. De ahí que demande productos que involucren los cinco sentidos y apelen a lo visual, al aroma o la textura. El objetivo, en ocasiones, no es otro que poder compartir su experiencia de consumo en Instagram, Pinterest y otras redes sociales. Como respuesta, algunos restaurantes están optando por incluir en sus platos más ingredientes que aporten colores. El año pasado en Instagram triunfaron los cafés Goth Latte o los churros con helado.
Menú fusión
Siguen aumentando también las influencias culinarias procedentes de Oriente Medio. Esto podría explicar que especias como el cardamomo y el za´atar (una mezcla de especias muy popular en Siria, Jordania, Líbano, Palestina, Israel y, en menor medida, Turquía), así como la menta (perfecta para cultivar en casa), el tahini o la mermelada de tomate, estén llegando a más menús.La otra gran influencia es la cocina india y platos como las lentejas estofadas al curry, los fideos de coco al cardamomo, el arroz con frutos secos al azafrán o las croquetas de patata y bacalao al sésamo.
Cuarta comida
“No se trata de glotonería, sino de adaptar nuestros horarios de comidas a nuestras ocupadas vidas”, indica el informe anual de Waitrose Food & Drink 2017-18 (se puede descargar gratuitamente aquí), un año después de que en su anterior estudio pronosticara el auge del poke (una ensalada típica hawaiana), los yogures de hortalizas (elaborados tras añadir verduras como la zanahoria, el pepino o la remolacha al yogur de toda la vida), el agua de sandía y, en general, las comidas ligeras. Ya sea un tentempié entre el desayuno y la comida o una merienda entre la comida y la cena, el informe prevé que muchos de nosotros añadiremos una comida más a nuestra rutina diaria.
Comida sana
Aunque la mitad de los europeos y norteamericanos siguen algún tipo de dieta, lo que comienza a llevarse es tomar decisiones saludables, indica Ross Anderson, jefe de cocina de la Escuela Waitrose Cookery de Salisbury (Gran Bretaña). Así, mientras las dietas que excluyen alimentos están perdiendo popularidad, la demanda de comida sana se sigue incrementando por encima de los dos dígitos. En total, 7 de cada 10 compradores admiten sentirse más felices cuando compran alimentos que saben que son saludables.
No tires nada
El trashcooking o cocina de aprovechamiento, especialmente en verduras, pero también en pescados y carnes poco cotizados, está poniendo a prueba los conocimientos y las técnicas de los mejores chefs para sacar platos exquisitos en los que todo se aprovecha y nada se tira. Esta forma de proceder cada vez cuenta con mayor respaldo no solo de los consumidores, sino también de los pesos pesados de la alta cocina que apuestan por el from nose to tail (por aprovechar los alimentos de cabo a rabo).
Mesa para uno
Los gourmets solitarios comienzan a ser legión. Si hace unos años abrió sus puertas en Amsterdam (Holanda) “Eenmaal”, el primer restaurante para personas que prefieren comer sin compañía y sumergirse en una “desconexión personal”, ahora comienza a convertirse en práctica generalizada en otros países. Según detalla Rob Collins, director general de la empresa Wairtrose Limited, a medida que los consumidores están tomando el control, las convenciones sociales están decayendo, hasta el punto de que ha dejado de ser tabú cenar sin compañía.
Etiquetas claras
Los consumidores quieren saber la historia real que se esconde detrás de su comida, y el camino que recorre un producto desde su origen hasta la tienda, según el informe anual que elabora la cadena estadounidense de supermercados Whole Foods, especializada en alimentos orgánicos. Los consumidores buscan cada vez más conocer si un producto es ecológico, si posee la certificación de comercio justo, así como si el producto en cuestión tuvo en cuenta el bienestar animal. Cuanto más claro y honesto es el alimento, mejor percibido es entre los consumidores y así quieren leerlo en sus etiquetas. Lo que se busca es la trazabilidad y la transparencia.
Comer local
En muchos países existe la tendencia cada vez más acusada de elaborar platos creados con ingredientes que se obtienen a poca distancia (alimentos de proximidad o kilómetro 0). Uno de los personajes más representativos de este movimiento es el chef danés René Redzepi, que hace justamente eso en su restaurante Noma de Copenhague, designado en tres ocasiones como el mejor del mundo. Para muchos analistas, se trata de una corriente que continúa ganando adeptos en cada vez más restaurantes. La prueba es que el propio Redzepi, el chef que con 25 años desafió a los críticos gastronómicos al apostar por los productos locales, ha querido que su nuevo restaurante, Noma 2.0, esté rodeado de árboles y vegetación, cuente con un huerto urbano y disponga de un invernadero en el tejado para cultivar alimentos autóctonos.
Proteínas vegetales
Se trate de granos enteros, brotes, semillas e incluso algas, los principales observatorios de tendencias pronostican que las proteínas animales seguirán cediendo protagonismo a las vegetales. Así lo entiende, por ejemplo, el informe Pinterest sobre lo que comeremos y beberemos en 2018. Según anota esta red social, las búsquedas de “proteínas vegetales” aumentaron un 417% durante 2017. Otro tanto puede decirse de los postres veganos, cuyas búsquedas crecieron en Pinterest un 329 %.
Más vegetales
Cada vez más gente se pasa a lo vegetal y opta por los vegetales en su alimentación por motivos de salud, mientras en el último año las búsquedas en Google de artículos relacionados con el vegetarianismo han crecido un 90 %. Según este informe, “los millennials y la generación X están adoptando una alimentación eminentemente vegetal y… probablemente, continuarán haciéndolo”.