Alimentos ultraprocesados, ¿qué son y por qué son tan peligrosos?
Piensas que tienes delante de ti comida sana pero, en realidad, no es así. Se trata de alimentos industriales que solo tienen contraindicaciones, nutrientes ni uno. ¿Eres capaz de reconocerlos?
Si pusiésemos diferentes alimentos encima de una mesa, ¿serías capaz de diferenciar un ultraprocesado de uno procesado a secas? ¿En qué debes fijarte para saber si tienes ante ti un ingrediente malo para la salud?
Hay una máxima que siempre funciona a la hora de identificar los alimentos más sanos: cuanto menos “manipulado” esté, menos aditivos tendrá y, por tanto, será menos dañino. Todos esos productos que no llevan etiqueta de ningún tipo y que, generalmente, se compran en tiendas a granel (frutas, verduras, carnes y pescados frescos), serán mejores que cualquiera que compremos envasado, que es muy posible que incluya “regalos” en forma de aditivos y conservantes que no son muy saludables para nuestro cuerpo.
Eso sí, esto no quiere decir que por tomar productos que no lleven aditivos, vas a llevar una dieta sana y equilibrada. Es fundamental, además de dar prioridad a los alimentos frescos frente a los procesados, equilibrar los nutrientes en cada comida para que tu cuerpo reciba lo que necesita.
A este respecto también hay que indicar que hay diferencias entre los alimentos procesados que, aunque tratados, siguen manteniendo propiedades nutricionales beneficiosas para la salud, y los ultraprocesados, que son insanos, boicotean la dieta y están asociados al riesgo de padecer determinadas enfermedades.
Un nuevo estudio realizado en la Universidad de La Sorbona (París) y publicado en la revista British Medical Journal, asegura que la comida ultraprocesada podría tener una relación directa con el cáncer.
Estos alimentos son ricos en aditivos que resultan perjudiciales para la salud y contienen altos niveles de grasa saturada, azúcar y sal. Los investigadores han detectado que aumentar un 10 % la cantidad de ultraprocesados está relacionado con un 12 % más de cánceres de diferentes tipos. El más detectado sería el de mama y los menos significativos, el de colon y de próstata. Según la investigación, cuantos más productos de este tipo se consumen, más posibilidades de sufrir cáncer existen.
Este análisis ha sido realizado con 105.000 personas a las que se les hizo un seguimiento durante 5 años. Eso sí, los investigadores dejan claro que es solo de observación y sin conclusiones definitivas y que “debe ser confirmado por otros estudios a gran escala” que establezcan qué puede estar detrás de esta relación.
Hablamos con varios expertos en alimentación y nutrición sobre los productos ultraprocesados: cómo identificarlos, qué son, qué pasa si se consumen a diario, por qué cada vez se toman más… ¿Tú también quieres mejorar tu salud? Pues esto te interesa.
¿Qué son los alimentos ultraprocesados?
Los alimentos ultraprocesados son “formulaciones industriales elaboradas a partir de sustancias derivadas de los alimentos o sintetizadas de otras fuentes orgánicas” nos cuenta Marta Gámez, directora técnica de Nutricion Center. “En la mayoría de los casos contienen pocos alimentos enteros o incluso ninguno. Vienen listos para consumirse y requieren de poca o ninguna preparación culinaria” apostilla la doctora Cecilia Almuiña, directora de International Medical Institute de Vithas Internacional.
¿Qué llevan en su composición estos alimentos?
“En su elaboración se usan sustancias como grasas, aceites, almidones y azúcar. Algunas de ellas derivan directamente de los alimentos y otras se obtienen mediante el procesamiento adicional (hidrogenación de aceites, hidrólisis de proteínas…)”, concluye Almuiña.La doctora Gámez añade que la mayoría de los ingredientes son aditivos perseverantes, estabilizadores, emulsificantes, aglutinantes, aumentadores de volumen, endulzantes, resaltadores sensoriales, colorantes y saborizantes.
¿Qué alimentos están en este grupo?
Prácticamente la mayor parte de productos que tienen largas fechas de caducidad, los que han sido muy tratados y los precocinados. Básicamente entre el 70 y el 80 % de los alimentos que hay en el súper son ultraprocesados.Algunos ejemplos son los snacks dulces y salados, las patatas fritas de bolsa, los caramelos y las golosinas, la bollería, las galletas, pasteles, pizzas preparadas, palitos de pescado o marisco, nuggets, zumos, batidos, lácteos azucarados, cereales, salsas, helados, chocolates, carnes procesadas, salchichas, tartas preparadas, masas, productos precocinados y, así podríamos seguir, hasta prácticamente acabar con todo lo comestible que hay en el supermercado.
¿Cómo identificarlos?
Estos alimentos “vienen envasados y son duraderos, prácticos y accesibles en la mayor parte de los supermercados”, asegura Gámez.Muchos de ellos son productos listos para calentar. Cecilia nos advierte de que en algunos casos pueden tener un aspecto similar a la comida preparada en casa, pero los ingredientes que contienen dejan claro que no son sanos. Saber descifrar las etiquetas es fundamental para distinguirlos.Mar Fernández Nafría, dietista-nutricionista de Salud-10 y miembro de Top Doctors, asegura que hay una forma inequívoca distinguirlos ya que "los productos ultraprocesados acostumbran a acompañarse de una larga lista de ingredientes".
¿Qué diferencia hay entre alimentos procesados y ultraprocesados?
Los productos procesados o los mínimamente procesados no tienen nada que ver con los ultraprocesados. Se trata de alimentos con buena calidad nutricional que han sido tratados mínimamente o que el tratamiento que se les ha dado mejora sus cualidades.En este grupo se engloban algunas conservas vegetales, alimentos congelados (pescados, carnes o verduras), los quesos artesanos o el aceite de oliva, entre otros. Fernández Nafría pone como ejemplo la leche, un alimento que sufre un procesamiento mínimo, la pasteurización, para que su consumo sea seguro microbiológicamente, pero mantiene todas sus propiedades nutritivas y si nos fijamos en sus ingredientes, solo veremos que lleva leche. Sin ningún regalo extra en forma de conservante o aditivo.
¿Por qué cada vez se habla más de los ultraprocesados?
Por una sencilla razón: cada vez más estudios confirman que son perjudiciales para la salud, pero por el contrario cada vez se consumen más. Son los protagonistas en los supermercados, todo el mundo los toma y, en muchos casos, sin saber las consecuencias.El estilo de vida actual, apunta la doctora Fernández Nafrías, muchas veces "demanda alimentos que requieran cocciones mínimas y que nos liberen del estrés del día a día". Dejamos de lado la cocina tradicional para pasar a consumir alimentos que tenemos a nuestra disposición en cualquier esquina y que sabemos que nos van a hacer sentir bien.
¿Por qué son tan nocivos?
Estos alimentos son “de alta densidad energética y escaso valor nutricional”, nos comenta Marta Gámez. “Aportan muchas calorías y muy pocos elementos nutritivos”.Casi todos coinciden con el mismo perfil en su composición: exceso de grasas malas –saturadas, trans, aceites vegetales refinados, etc.-, de azúcares y de sal.
¿Estos alimentos son peligrosos para la salud?
Cuando se toman en pequeñas cantidades con otras fuentes saludables de calorías, los ultraprocesados no deberían suponer un riesgo para la salud, aunque no sean sanos.El problema está cuando se convierten en la base de la dieta, desplazando el consumo de alimentos frescos o de platos caseros. Si son los protagonistas de la alimentación, estamos ante un problema potencial. Una dieta con exceso de azúcar, grasa y sal aumenta el riesgo de padecer obesidad, diabetes y problemas cardiovasculares.Hay que tener en cuenta que, además de consumir alimentos llenos de calorías vacías, sin nutrientes y con un exceso de grasa, sal y azúcar, estás dejando de tomar alimentos saludables y de darle a tu cuerpo los nutrientes que necesita.
¿Por qué los alimentos ultraprocesados se consumen tanto?
Después de leer todo esto, la pregunta es: ¿por qué los tomamos? Pues la respuesta es que estos productos suelen ser extremadamente sabrosos, apunta Cecilia, incluso adictivos. Además, imitan alimentos naturales, de forma que los consumidores pueden verlos erróneamente como saludables, cuando no lo son para nada. Y a esto se suma un tercer factor: su presencia en los mercados es cada vez mayor y su precio, muy bajo.“Ahorran trabajo y tiempo”, “ahorran dinero” y tienen un sabor que gusta. Son las tres claves que hacen que se consuman tan frecuentemente. Sin embargo, todo ello es a costa de minar la salud.
¿Son alimentos que producen adicción?
Fernández Nafrías asegura que estos alimentos están fabricados para promover su máximo consumo y tienen determinadas características que estimulan el apetito. Tal y como apunta Gámez, “la gran cantidad de azúcares, grasas y saborizantes hacen que estos alimentos sean muy palatables (gratos a nuestro paladar)”. Determinados estudios científicos asocian los alimentos “hiperpalatables” e hipercalóricos con la liberación de dopamina en nuestro sistema nervioso, sustancia asociada con la sensación de placer y recompensa.“El consumo crónico de dichos alimentos puede llevar a largo plazo a modificaciones en los circuitos cerebrales implicados en los comportamientos para la búsqueda de recompensa”, sentencia esta nutricionista.
¿En qué fijarse en la etiqueta?
No hay un elemento único que indique estás ante un producto ultraprocesado. A la hora de mirar el etiquetado hay que fijarse en dos puntos:- El listado de ingredientes: si en no hay alimentos que reconozcas en el listado, es una mala señal. También si, aunque aparezca algún alimento que identifiques, existe una larga lista de aditivos, lo mejor es evitar el producto.- Los valores nutricionales: es fundamental fijarse en la cantidad y calidad de grasas, la cantidad de azúcares y la de sal. Si están en una elevada proporción, es un claro ultraprocesado.