En los anteriores episodios de Amar es para siempre, Victoria, dolida, enfrentó a su madre por su relación con Crespo. No podía creer que hubiese engañado a su padre y, también, a ella durante tanto tiempo. Mientras tanto, Alicia compartió con su padre una preocupante noticia: el Banco de España había solicitado una auditoría. Sus negocios, al filo de la ley, estaban en grave peligro.
En el capítulo de esta tarde, Lola es sentenciada a pagar una cuantiosa multa y a alejarse de Malena. La mediana de los Gómez pierde así cualquier posibilidad de volver a estar cerca de su hija. Mientras tanto, Rafa duda sobre su aparición en la Edad de Oro por el qué dirán de sus padres. Teme que estos se sientan ofendidos con su actuación y le retiren la palabra.
Malena se entera de la orden de alejamiento que ha impuesto el juez a Lola y tiene sentimientos encontrados al respecto. Ahora que había encontrado a su madre biológica, vuelve a perderla. Por su parte, Silvia cree que es sospechosa de la muerte de Daniel a ojos de la policía y teme entrar en prisión. Además, Peñalara vuelve a la carga, pero se encuentra con una Benigna derrotada. Y por su esto fuera poco, tenemos a Crespo frustrado porque Elena quiere seguir con su relación en clandestinidad.

Sofía e Isidro tratan de dar con Alba, al mismo tiempo que Manolita se enfrenta a Elena por haber arruinado la vida de su hija. Por otro lado, Victoria descubre que Román tiene razón: la adopción de Malena se produjo antes de que Lola renunciara a ella y por lo tanto, es ilegal. Además, Silvia confiesa a Quintero que se citó en secreto con Daniel y lo amenazó.
Sofía evita firmar la venta del King’s a Alicia, a la par que Rafa triunfa con su actuación en la Edad de Oro. Por otra parte, Crespo incita a Alicia a falsear las cuentas para superar la auditoría. Y Marcelino consigue un crédito para pagar la indemnización a la que ha sido condenada Lola poniendo El Asturiano como aval. Además, Peñalara se muestra preocupado por la distancia que nota en Benigna.