La increíble historia de 'El Pequeño Nicolás', es la del pícaro español contemporáneo. Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como 'El Pequeño Nicolás', ha dejado una marca imborrable en los anales de la cultura popular española. Su asombroso ascenso y caída se exploran a fondo en la nueva serie documental de Netflix, 'Pícaro: El Pequeño Nicolás, que se estrena hoy.
Su historia es una de las más extravagantes y surrealistas de los últimos años en nuestro país. Salpicó a todos los estamentos del país y saltó a los programas del corazón causando furor en redes. Aunque su ascenso vertiginoso implicó toda clase de engaños, suplantaciones y escándalos varios, hay que reconocerle una gran audacia, que le permitió participar en eventos de alto perfil, como la coronación del rey Felipe VI.

La historia resonó en todos los rincones de la sociedad, desde los tribunales hasta los platós de televisión, generando tanto curiosidad como incredulidad. Aunque sus días de fama se han disipado debido a diversos procesos judiciales (con acumulación de sentencias de prisión), Netflix ha decidido revivir su polémica historia a través de una docuserie fascinante.
Nacido en Madrid en 1994, El Pequeño Nicolás forjó su camino hacia la notoriedad mediante una serie de mentiras que lo catapultaron a los niveles más altos del poder. La serie documental no solo repasa estos eventos, sino que también ofrece el testimonio directo de Nicolás, arrojando luz sobre su extravagante historia.
El documental revela cómo El Pequeño Nicolás logró infiltrarse en los círculos más exclusivos, codeándose con figuras políticas y empresariales. Aunque su fachada comenzó a resquebrajarse en 2014, cuando fue detenido por falsificación, fraude y suplantación de identidad, la serie documental arroja nueva luz sobre cada capítulo de su increíble historia.

Un ascenso meteórico que le ha acarreado los problemas legales que lo persiguen hasta hoy. Condenas por falsificación, suplantación de funciones públicas y acceso indebido a información confidencial. Su vida se ha convertido en un fascinante caso de estudio donde se borra la línea entre la ambición y el fraude.

Solo era cuestión de tiempo que Netflix viera en El pequeño Nicolás el filón de una gran historia, porque la suya es una de las más sorprendentes que han tenido lugar en España en los últimos años.
Desde que era estudiante de derecho -carrera a la que accedió en 2012 gracias a que un amigo hizo por él la selectividad falsificando su DNI-, Nicolás no ha parado de mentir y suplantar identidades, demostrando el poder que tienen las apariencias en nuestra sociedad.