La llegada al mundo de su hija menor, Carys un 20 de abril de 2003 en Nueva Jersey, motivó a Michael Douglas y Catherine Zeta Jones a tomar una decisión contundente: trasladarse a vivir a Bermudas. La razón era proteger a ella y a su hermano mayor, Dylan, del vendaval mediático asociado a su linaje.

Así, la infancia de la pequeña Carys transcurrió resguardada en la villa familiar en las Bermudas en una lujosa mansión de Las Bermudas con 700 metros cuadrados y vistas al océano.
A los seis años Carys se trasladó a Nueva York con sus padres. Después ingresó en el prestigioso internado en Suiza, 'Institut Le Rosey', donde completó un bachillerato internacional en inglés y francés, graduándose con honores.

A pesar de haber nacido en la cúspide de la fama como parte de la icónica saga Douglas, Carys no siempre se sintió cómoda con su legado.
Su madre, Catherine, siempre le ha recordado el privilegio de su entorno, animándola a valorar la vida extraordinaria que lleva, pero Carys se enfrenta a la incertidumbre sobre su futuro profesional ya que no tiene nada claro a qué quiere dedicarse.

A pesar de sus habilidades para la actuación, el canto y la música, aún no ha decidido si seguirá los pasos de sus ilustres progenitores en la industria del entretenimiento.
En una entrevista reciente junto a Catherine, Carys expresó su frustración por el hecho de que no se perciba el esfuerzo que pone en todo cuanto hace, denunciando la percepción que tiene el público de que todo le es regalado debido a su linaje.

Carys consideró estudiar medicina en una prestigiosa universidad de la Ivy League, sin embargo parece que su verdadera pasión está en el mundo de la moda y el glamour. Actualmente acompaña a su madre a eventos de renombre mundial como los desfiles de Dolce & Gabbana en el Metropolitan Opera y las presentaciones de Karl Lagerfeld en París.