Anteriormente en ‘Mi nombres es Farah’, Tahir hace su jugada maestra y se convierte en el nuevo socio de Behnam. Al enterarse de esto, Behnam estalla de ira. No puede concebir que el hombre al que tanto odia forme ahora parte de su empresa y, peor aún, esté nuevamente cerca de Farah. Ella, por su parte, teme por la vida de Tahir estando tan cerca de Behnam, pero al mismo tiempo, su presencia le ofrece la paz que tanto anhelaba.
Esta tarde en la ficción líder de Divinity, Behnam sabe perfectamente que Songül es una de las responsables de la muerte de Ali Galip. El hombre piensa usar esa información a su favor sin demora. Rápidamente, conversa con Songül y le confiesa que está al tanto de su crimen: «Sería horrible que te quedases con la fortuna al que mataste. Eso no lo hace una buena». Behnam sigue hablando y amenaza a Songül con delatarla ante la policía si no le cede las acciones de la empresa que heredó de Ali Galip. A Songül no le queda de otra que ceder si quiere salir ilesa de este problema.

Por otro lado, Tahir es retenido en contra de su voluntad por los hombres de Behnam. El tiempo le juega en su contra y cada minuto que pasa le es más complicado rescatar a Farah y huir juntos para siempre con el pequeño Kerimsah. Mientras el plan de Tahir se tambalea, Behnam acelera los planes de su boda con Farah. Para Tahir, el sueño de comenzar una vida nnueva junto a su verdadero y único amor podría estar mucho más lejos de cumplirse de lo que él imagina. No corren buenos tiempos para la enamorada pareja.
Farah aprovecha el tremendo odio que su suegra siente hacia ella para detener su enlace con Behnam. Mientras tanto, Bekir le abre su corazón a Songül. Por su parte, Tahir intenta escapar de los iraníes que le tiene retenido, aunque su plan de fuga no será nada fácil y podría sufrir alguna que otra herida en su intento de huida. Lo tendrá muy complicado para obtener su ansiada libertad y reunirse de una vez por todas con Farah.
Por otra parte, el tío de Behnam le hace ver a su sobrino que Tahir y Farah podrían estar conspirando en su contra para deshacerse de él en cualquier momento y le advierte de que debe tener cuidado: «No te dejes ganar por esos dos malditos».