Esta semana, en Sueños de libertad, los conflictos se intensifican y las tensiones llegan a un punto álgido. Damián enfrenta a Jesús con furia tras descubrir que ha comprado las tierras de los Merino, mientras que Gema, abatida por la verdad, comprende que Isabel la manipuló para espiarles. Llenándose de valor, Gema se disculpa con Joaquín y exige respuestas de la secretaria. En otro rincón de este intrincado drama, Fina (Alba Brunet) propone a Marta marcharse juntas a Barcelona, contando con el apoyo de Jaime. Sin embargo, Marta (Marta Belmonte), leal a su esposo, no está dispuesta a abandonarlo en su delicado estado.
Con la inminente partida de Julia y la máscara de Jesús cayendo definitivamente, Digna, enfurecida, amenaza con dimitir, mientras el conflicto por las tierras del balneario entre Jesús y Begoña alcanza su punto de ebullición. Luis y Joaquín intentan convencer a Digna de que desista de la idea de traer a Mario como topógrafo. En medio de esta guerra de chantajes, Jaime y Jesús protagonizan un tenso enfrentamiento.
Marta, preocupada, trata de persuadir a Jaime para que haga pública su enfermedad, pero las cosas no se detienen ahí. Jesús se dispone a llevar a Julia al internado, negándole a Begoña la posibilidad de acompañarlos. Cerca de ellos, Digna empieza a atar cabos y descubre que sus hijos le mintieron sobre el origen del proyecto del balneario, lo que la impulsa a investigar más a fondo. En paralelo, Fina se reconcilia con Marta, disculpándose por haber dudado de sus intenciones, y ambas comienzan a planear su traslado a Barcelona. Sin que Luis y Joaquín lo sepan, Digna busca a Mario en secreto, anhelando obtener respuestas. Pero un nuevo problema surge cuando Julia desaparece antes de su partida al internado, desatando una desesperada búsqueda. Aunque la localizan, Jesús permanece firme: no retrasará su marcha.
Con el pasar de los días, Andrés empieza a sospechar del posible paradero del cadáver de Valentín. Por otro lado, Tasio comparte con Gaspar sus inquietudes sobre el nuevo trabajo de Carmen, mientras Jaime se ocupa de ultimar los detalles de su marcha a Barcelona, luchando contra una enfermedad que no le da tregua. La relación entre Damián y Digna tampoco encuentra el favor de Joaquín, mientras Carmen empieza a dudar de sí misma en su nuevo puesto. Y como si todo esto no fuera suficiente, María negocia con Damián un ascenso para Andrés dentro de la empresa, tejiendo así una red de intrigas y ambiciones que promete cambiar el rumbo de todos.