El inicio de septiembre trajo consigo una profunda tristeza para la familia del periodista Andrés Aberasturi. Su hijo, Cristóbal, falleció a los 44 años, después de una vida marcada por la parálisis cerebral que le ocasionó una fuerte dependencia. La noticia fue confirmada por su padre, quien, en medio del dolor, optó por celebrar el funeral en la más estricta intimidad.
Andrés Aberasturi, un referente en el mundo de la comunicación con más de 50 años de trayectoria, se presentó recientemente en el programa Y ahora Sonsoles, donde compartió su pesar por la muerte de su amigo, el escritor Jimmy Giménez-Arnau, quien falleció a los 80 años. Durante su intervención, Andrés expresó: "Era un enorme escritor, un caballero y un creador". El programa, conducido por Sonsoles Ónega, se convirtió en un espacio para la reflexión, donde la presentadora extendió sus condolencias: "Te mando un abrazo y te doy el pésame por la muerte de tu hijo Cris, a quien le dedicaste un libro precioso".
El libro al que se refiere Sonsoles es Cómo explicarte el mundo, Cris: Testimonio de la vida con mi hijo, publicado en 2016, donde Andrés relata su experiencia como padre de Cristóbal. En los últimos años, el periodista ha centrado sus esfuerzos en visibilizar la realidad de su hijo y concienciar sobre la parálisis cerebral.

En diferentes ocasiones, Andrés compartió su perspectiva en medios de comunicación, haciendo hincapié en las dificultades que enfrenta su hijo. En una conmovedora entrevista con Risto Mejide en All you need is love... o no, expresó: "Lo que vive mi hijo no es una vida, es una estafa de vida". En 2018, en otro programa, reflexionó sobre la carga emocional que conlleva ser responsable de la vida de alguien con una discapacidad: "Cris no vive la vida como la vivimos nosotros. Me parece una irresponsabilidad terrible decidir por él".
Andrés también subrayó el rol fundamental de su esposa, Guadalupe Páez Vicedo, en la vida de Cristóbal: "La protagonista de la vida de Cris es su madre, ella y él, él y ella". Estas declaraciones resaltan la importancia del amor y la dedicación en el cuidado de las personas con discapacidad, así como la necesidad de empatizar con sus realidades.