Esta semana en Sueños de libertad, Marta (Marta Belmonte) se erige con determinación en el centro del torbellino y respalda la decisión de su padre: expulsar a Jesús de la empresa. Mientras tanto, Fina (Alba Brunet) persiste en sus intentos por trazar planes junto a Marta, y Claudia, valiente, reivindica su amor por Mateo ante don Agustín, quien se convierte en un obstáculo en su camino. En un rincón de la trama, Digna ha tomado una resolución firme: no regresará a la casa de los De la Reina. Su salud es un motivo de inquietud para Luz, quien observa con preocupación el estado de su amiga. Al mismo tiempo, María busca la confidencialidad de don Agustín, suplicándole consejo para remediar su relación con Andrés.
Aunque Claudia se halla lejos de la vida que había soñado, Mateo tiene un plan que promete devolverle la sonrisa. Por su parte, Damián anhela redimirse por sus actos, pero el desdén de todos lo aísla aún más. Al amanecer del día siguiente, Damián informa a Marta sobre la dimisión de Luis, y ella no puede disimular su desilusión. Mateo, por su parte, urge a su madre a dar una oportunidad a Claudia. Mientras tanto, Luis lanza una amenaza sutil antes de abandonar la fábrica, mientras Carmen se embarca en la tarea de seleccionar personal para el nuevo puesto de dependienta.
Don Agustín se esfuerza por mediar y persuadir a Andrés para que perdone a María, y Luz aconseja a Begoña que evite confrontar a Jesús. En medio de esta maraña de emociones, Marta toma una decisión crucial sobre Isabel y su futuro en la empresa. En el momento de su despedida, Isabel revela a Jesús que Luis se ha apropiado de la fórmula de Esencias de la Reina. Tras ser descubierto, Andrés confiesa a María su amor por Begoña.
En otro rincón de la historia, Carmen se cuestiona la injusticia de no contratar a Jacinto solo por su género. Mientras tanto, Marta intenta negociar con Luis para recuperar la fórmula perdida, y Andrés junto a Begoña se apresuran en la búsqueda en La Lobera, temerosos de que María revele lo sucedido en la casa de veraneo. Finalmente, María lanza una confesión que altera por completo el orden establecido en la mansión De la Reina.
