Marisa Paredes, una de las actrices más queridas y respetadas del cine español, ha fallecido a los 78 años, dejando un vacío irremplazable en la industria cinematográfica. Con una carrera que abarcó más de cuatro décadas, Paredes participó en más de 70 películas y 80 series. Su labor le permitió consolidarse como una de las figuras más prestigiosas de la cinematografía española. Entre 2000 y 2003, presidió la Academia de Cine, un reconocimiento a su dedicación y talento. En 2018, recibió el Goya de Honor, un homenaje a toda su carrera.
La noticia de su muerte fue un golpe inesperado. La actriz ingresó el pasado lunes al Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz en Madrid, tras sentirse indispuesta. Estaba acompañado de su pareja, Chema Prado, exdirector de la Filmoteca Española. Según fuentes cercanas, su muerte fue fulminante y se debió a un fallo cardíaco. La actriz, que hasta el fin de semana se encontraba en perfecto estado, había asistido al Teatro Español a ver la obra 'Luces de Bohemia', en la que participaba su hija, María Isasi. Tras la función, madre e hija compartieron un rato agradable, tomando unos vinos.
Marisa Paredes, una de las intérpretes españolas más prestigiosas
Marisa Paredes alcanzó el reconocimiento internacional tras su colaboración con el director Pedro Almodóvar. Participó en películas como Entre tinieblas (1983), Tacones lejanos (1991), La flor de mi secreto (1995), y Todo sobre mi madre (1999), que le valió una nominación al Goya como Mejor Actriz Protagonista. Más tarde, repitió con Almodóvar en Hable con ella (2002) y La piel que habito (2010). Además de su trabajo con Almodóvar, Paredes dejó su sello en el cine internacional, participando en películas como La vida es bella (1997) de Roberto Benigni, Profundo Carmesí (1996) de Arturo Ripstein, y El espinazo del diablo (2001) de Guillermo del Toro.
Una mujer comprometida con sus ideales y valores
En 2003, Marisa Paredes asumió la presidencia de la Academia de Cine, durante un período de fuertes protestas contra la guerra de Irak. Su postura firme, junto a otros profesionales del cine, fue un acto de valentía y dignidad colectiva. Su compromiso social y su capacidad para hacer frente a las adversidades la convirtió en una figura admirada.
La televisión también fue un espacio en el que Paredes brilló. Participó en producciones como Estudio 1 , Historias para no dormir , La Regenta y Las chicas de hoy en día . En sus últimos años, Marisa continuó trabajando en la pantalla, participando en miniseries como Felipe y Letizia y Vestidas de azul , secuela de Veneno . Además, estaba preparando su regreso al teatro con Cargada de futuro , un monólogo dirigido por Lluís Pasqual que se estrenaría en 2025.
Las personas más importantes en la vida de Marisa Paredes
Fuera de los focos, Marisa Paredes disfrutaba de una vida personal tranquila, acompañada de su pareja Chema Prado. Su hija, María, heredó de ella el amor por la interpretación, y Marisa siempre la describió como "la flor de mi vida". Marisa Paredes vivió con elegancia, compromiso y valentía, demostrando que, como ella misma decía, la vida se debe vivir con arrobo y sin miedo a mirar al vacío. Su legado perdurará en el corazón de quienes la admiraron y en las generaciones futuras que seguirán sus pasos.
