Las emociones prometen estar a flor de piel esta semana en 'La Promesa'. Los nuevos capítulos traen consigo un cúmulo de situaciones que mantienen a los espectadores al borde del asiento. Iniciamos la semana con Samuel y Lope maniobrando para mantener a Antoñito escondido. Mientras tanto, el panorama en el palacio se torna complejo cuando Leocadia, con su presencia imponente y aliada con Petra, comienza a tomar el control, haciendo tambalear la estabilidad de aquellos como María Fernández, cuya posición en el personal se torna cada vez más precaria.
La serie sigue intensificándose con el drama que rodea a Curro y el inesperado invitado que complica aún más su mundo. El joven lleno de secretos se verá envuelto en situaciones cada vez más comprometidas, descubriendo que mantener una baja visibilidad en La Promesa es casi imposible. La tensión se incrementa cuando Petra apunta todos sus dardos hacia María Fernández, dejándola sin muchos aliados ante su posible despido.
Mientras los días avanzan, una complicada red de decisiones y circunstancias se va tejiendo alrededor de los personajes. Catalina y Adriano juegan un peligroso ajedrez emocional, donde la firmeza y los sentimientos se entrelazan de maneras inesperadas. Este es solo el principio de una semana que se augura dramática y reveladora para todos en el palacio.
El refugio de Antoñito: un secreto difícil de guardar
En uno de los giros más intrigantes de esta semana, Samuel y Lope han decidido esconder a Antoñito bajo su ala, conscientes de que revelar su verdadero paradero podría desencadenar consecuencias indeseadas. Lope, astuto e ingenioso, intenta convencer a Antoñito de que se encuentra seguro en la rectoría para protegerlo de malas intenciones. Aunque no todo sale como esperan. Mantener a raya las sospechas resultará un desafío constante que los mantendrá en vilo.
La complicación de tener a Antoñito encubierto se intensifica. Y es que el resto del personal y los residentes del palacio sospechan que algo está ocurriendo en clandestinidad. El joven aprenderá a moverse con sigilo y discreción, mientras sus guardianes intentan, desesperadamente, mantener la fachada. Esta situación se convierte en un momento de infarto; las acciones de Antoñito y sus amigos podrían acarrear consecuencias devastadoras si no logran manejar la situación con la máxima precisión.

Mientras tanto, Simona continúa ajena a los movimientos de su hijo Antoñito. Una situación que juega en favor de aquellos que intentan protegerlo, pero que va tornando más complicada conforme pasan los días y las verdades empiezan a abrirse paso.
El pícnic de Curro: un evento que da un giro inesperado
Lo que comenzó como una propuesta para limar asperezas dentro del palacio, una simple salida al campo en forma de pícnic, toma un rumbo inesperado. Este evento, organizado meticulosamente por Curro, no solo busca proporcionar un respiro del día a día sino también fraguar alianzas y tensiones que últimamente han sido la tónica entre los residentes del palacio.

Sin embargo, la desgracia acecha. Lo que prometía ser un día de calma y distensión torna a un escenario de pesadilla cuando un accidente con uno de los caballos amenaza con arruinar el día de forma abrupta. La situación se convierte en el epicentro del drama semanal. No solo afecta a Curro. Toda la comunidad estará perjudicada, sacudiendo el ambiente con momentos de tensión e incertidumbre que nadie esperaba.
Este accidente plantea serias preguntas sobre las intenciones de ciertos personajes y la seguridad dentro de La Promesa, arrojando sombras sobre quienes viven allí. Mientras Curro lucha por recuperarse del impacto físico y emocional del accidente, las dudas y los secretos salen a la luz, influyendo en las relaciones futuras en el palacio.
Decisiones cruciales y futuras revelaciones en el palacio
Petra y María Fernández protagonizan otro de los hilos conductores de esta semana. La firmeza de Petra en su intención de ver a María fuera de la Promesa abre una serie de interacciones y descontentos entre los empleados. La joven ha atravesado momentos difíciles. Y esto supondrá un bache más para ella. Teresa, preocupada por el destino de su amiga, se esfuerza por revertir la inminente decisión de despido, convirtiéndose en una figura central de resistencia y solidaridad.

Sumado a esto, el retorno de Adriano al palacio promete más desafíos. Su relación con Catalina sigue sin encontrar descanso, ante el constante vaivén de propuestas rechazadas y futuros inciertos. Las emociones a flor de piel, los resentimientos y las vacilaciones de ambos marcan un tira y afloja que no solo afecta a las partes directamente involucradas, sino a quienes los rodean.
Mientras el equilibro se tambalea en 'La Promesa' ante estos acontecimientos, los espectadores están impacientes esperando los siguientes capítulos. Seguirán intrigantes tramas y sorprendiendo con desenlaces inesperados. Una serie que se mantiene fiel a sus raíces de suspense y emoción, manteniendo al público pegado a sus pantallas.