Receta de mermelada de membrillo y limón, única para el otoño
Los alimentos de temporada se convierten en una de las mejores opciones a la hora de disfrutar de todo el sabor y los beneficios nutritivos que nos proporcionan determinadas frutas verduras en su punto óptimo de maduración. Y la mermelada de membrillo es una de las opciones más deliciosas para degustar esta fruta en cualquier época del año.
Ahora que nos acercamos al comienzo del otoño, no hay duda que a muchos les apetece disfrutar de muchos de los alimentos de temporada que podemos empezar a disfrutar durante esta maravillosa época del año.
Y el membrillo, por ejemplo, tiende a convertirse en una de las frutas más características, de la misma manera que ocurre con otras opciones deliciosas, como por ejemplo es el caso del caqui o los higos.
Sus orígenes los encontramos en el Cáucaso, la región ubicada entre los mares Caspio y Negro, así como en el norte de Persia. Es más, de acuerdo a una leyenda griega, se ha considerado el catalizador de la guerra de Troya. A partir de ahí, el uso del membrillo en la cocina se ha extendido enormemente. Y, hoy en día, es posible disfrutarlo en la mayoría de los países, incluyendo las regiones más tropicales de América Latina y México.
Desde un punto de vista nutritivo, se trata de una fruta realmente nutritiva con una densidad calórica muy baja. De hecho, 100 gramos aportan solo 57 calorías, y es una fuente excelente de fibra dietética, vitaminas, minerales y antioxidantes. Contiene taninos, que incluyen tanto catequina como epicatequina, además de una concentración muy elevada de vitamina C. Además, también es una fuente única de calcio, hierro, potasio, cobre y magnesio.
Se trata de una fruta de temporada del otoño, pudiendo disfrutarla entre los meses de agosto y septiembre, aunque es posible que su temporada se extienda un poco más, hasta el mes de octubre. Precisamente, es esta temporada tan corta que la mejor forma de disfrutar del membrillo es optando por algún tipo de elaboración que pueda conservarse durante mucho tiempo, como por ejemplo es el caso de la mermelada de membrillo. ¿Cómo podemos hacerla? Es muy sencillo.
Cómo hacer mermelada de membrillo y limón cortado en trozos

Cómo hacer mermelada de membrillo y limón
Ingredientes:
- 4 tazas de membrillo pelado, sin corazón y picado
- ½ limón, sin semillas y picado en trozos grandes
- 2 tazas de azúcar
- 2 tazas de agua
- 1 vaina de vainilla, dividida a lo largo
Elaboración:
Comenzamos pelando los membrillos, retiramos la parte interna y lo picamos muy bien. Cortamos un limón por la mitad, obtenemos una de las mitades, retiramos las semillas y lo picamos en trozos grandes.
Ahora colocamos tanto el membrillo como el limón en un procesador de alimentos. Procesamos muy bien hasta que todo se haya picado finamente. Colocamos esta mezcla, junto con el agua, el azúcar y la vaina de vainilla en una cacerola grande (preferiblemente que no sea de aluminio).
Calentamos y llevamos a hervir. Luego, cuando empiece a hervir, reducimos el fuego y cocinamos a fuego lento durante 50-55 minutos, o hasta que se reduzca. Una vez adquiera la textura deseada, vertemos en recipientes herméticos, le damos la vuelta a los recipientes encima de uno o dos paños de cocina, y dejamos que se enfríe completamente.
Finalmente, puede conservarse perfectamente en la nevera durante un período de dos meses.
Cómo hacer mermelada de membrillo y jugo de limón
Si no deseas usar trozos de limón en la receta, puedes optar por hacerla con jugo de limón y un poco de ralladura. A continuación, te explicamos cómo.
Ingredientes:
- 6 tazas de membrillo rallado
- 4 tazas de azúcar
- 4 ¼ tazas de agua
- ¼ taza de jugo de limón
- 1 cucharada de ralladura de limón
Elaboración:
Comenzamos preparando el membrillo lavándolo y cortándolo por la mitad. Luego, trabajando alrededor del núcleo, e incluyendo la cáscara, comenzamos a rallar la pulpa con la ayuda de un rallador de queso, hasta obtener la cantidad necesaria (6 tazas).
Añadimos en una cacerola grande el membrillo rallado, el agua y el jugo de limón, y cocinamos a fuego lento hasta que todo quede bien suave. Tardará alrededor de 10 minutos.
Añadimos el azúcar, removemos y subimos el fuego hasta que empiece a hervir de nuevo. Luego, bajamos a fuego medio y continuamos cocinando hasta que espese. Es conveniente cocinar sin tapa, para poder remover ocasionalmente hasta que la mermelada adquiera una consistencia espesa y se vuelva de color rosa (entre 30 a 50 minutos, aproximadamente).
Vertemos en frascos de conservas calientes esterilizados y los cerramos. ¡Listo!