Cómo limpiar la campana de la cocina de la forma más fácil y rápida
Con estos sencillos pasos podrás limpiar la campana de la cocina de la forma más sencilla y rápida y quedará en perfectas condiciones.
La campana de la cocina puede acumular una gran cantidad de grasa y suciedad con el tiempo, lo que puede ser peligroso si no se limpia adecuadamente. Es por ello que resulta fundamental una limpieza regular de este electrodoméstico esencial en todos los hogares para mantener una cocina limpia, segura y funcional.
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4 Razones de peso para limpiar con regularidad la campana de la cocina:
- Reducción del riesgo de incendios: La campana de la cocina acumula grasa y aceite a medida que se cocina, lo que puede ser un peligro de incendio si no se limpia regularmente. La acumulación de grasa en la campana puede inflamarse y propagar el fuego rápidamente, lo que puede resultar en una situación peligrosa.
- Mantenimiento del flujo de aire: Una campana de cocina obstruida con grasa y suciedad no funcionará correctamente. Esto puede provocar que el aire no circule adecuadamente, lo que puede causar que los olores y humos de la cocina no sean eliminados correctamente.
- Prevención de malos olores: La acumulación de grasa y suciedad en la campana de la cocina puede generar malos olores. Esto puede ser particularmente molesto si la cocina está en una zona común de la casa, ya que los olores pueden propagarse rápidamente.
- Mejora del aspecto: La campana de la cocina es una de las primeras cosas que se ve al entrar en una cocina. Si está sucia y grasienta, puede hacer que toda la cocina parezca sucia e insalubre.
A continuación te explicamos unos sencillos pasos con los que podrás dejar la campana de la cocina reluciente y en las mejores condiciones:
- Apaga la campana y desconéctala de la electricidad para evitar accidentes.
- Retira los filtros de la campana. Los filtros suelen ser removibles y se pueden lavar por separado.
- Si los filtros están muy sucios, remójalos en agua caliente con jabón para platos durante unos 10 minutos.
- Limpia la campana con un limpiador multiusos o con una solución de agua caliente y jabón para platos. Usa una esponja o un paño suave para frotar la superficie.
- Si hay manchas o grasa muy adherida, puedes usar un limpiador de cocina específico o una mezcla de bicarbonato de sodio y agua para ayudar a disolver la suciedad.
- Una vez que hayas terminado de limpiar la campana, enjuágala con agua limpia y sécala con una toalla.
- Vuelve a colocar los filtros y asegúrate de que estén correctamente colocados antes de volver a encender la campana.
- Limpia las salidas de ventilación. Si el extractor tiene salidas de ventilación en el techo o pared, asegúrate de limpiarlas también para evitar que la grasa se acumule allí.
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¡Listo! Ahora sí, tu extractor habrá quedado cómo nuevo completamente libre de suciedad y olores desagradables y preparado para que le den el mejor uso. Del mismo modo, recuerda que es importante limpiarlo regularmente para mantenerlo funcionando correctamente y evitar problemas de higiene o salud a la larga.