Cinco formas de aprovechar las claras de huevo

¡No las tires! Así puedes darle una segunda vida a la parte translúcida de los huevos.
Cómo hacer merengue suizo

Si estás acostumbrada a hacer postres y estás hecha toda una repostera, seguro que en más de una ocasión has llevado a cabo un proceso muy común en la cocina: separar las yemas y las claras de los huevos. Las claras, de un color blanco casi transparente y muy acuosas, aportan ligereza y textura a los platos, sirviendo, por ejemplo, para hacer merengues. Por su parte, las yemas, de un color amarillo intenso y ricas en proteínas, sirven como aglutinantes, para unir y dar sabor a los demás ingredientes que se utilicen. No siempre se emplean en conjunto, sino que en muchas preparaciones culinarias es necesario emplear solamente una de las dos. Pero, ¿qué podemos hacer con la otra parte que nos sobra?

Para cocinar la gran mayoría de recetas solo se requiere una parte del huevo, por lo que es bastante recurrente terminar con yemas o claras de sobras en más de una ocasión. Si has elaborado tartas, hojaldres o bizcochos y te han sobrado, esta vez, claras, no las tires: aquí te damos cinco ideas para que las aproveches. Puedes guardarlas en la nevera dos días, o congelarlas y tenerlas almacenadas durante tres meses. Así tendrás tiempo de sobra para decidir cómo darles una segunda vida y no se desperdiciarán. Ficha cualquiera de estas ideas y no las tires. 

1. Merengue: la mejor receta para aprovechar la clara de huevo al máximo consiste en preparar merengues esponjosos muy fáciles de hacer (solo tendrás que batir las claras a punto de nieve) y que generalmente se pueden congelar, lo que significa que podrías tener un lote en espera para elaborar postres de última hora.

claras - iStock

2. Glaseado: decora la parte superior de panecillos de hamburguesa y bagels con una capa ligera de clara de huevo batida y espolvoreada por encima. Esto no solo le dará un sello profesional a tus platos, sino que también permitirá que las semillas de sésamo o girasol que añadas posteriormente se peguen de una forma mucho más fácil a la parte superior del pan. Un truco genial de repostero. 

3. Toppings: si bates las claras de huevo y luego las estabilizas con glucosa líquida, podrás lograr un glaseado estupendo que te servirá de topping para tartas, hojaldres, bizcochos o incluso batidos. Para decorar y añadir sabor.

4. Mousses: la clara de huevo batida es el reemplazo perfecto de la gelatina a la hora de preparar mousses cremosas. Opta por utilizar chocolate o cacao lo más puro posible y reemplaza la crema con yogur para cocinar una versión mucho más ligera e igualmente deliciosa. 

5. Macaroons: sorprendentemente, solo se requieren un par de claras de huevo para hacer un lote completo de estos macaroons, tan típicos de la gastronomía francesa. Una batidora eléctrica te será útil para elaborar la mezcla.

Recomendamos en