Una taberna castiza ubicada en el centro de Madrid, fue el lugar elegido por Rosalía para reponer fuerzas y degustar sabrosos platos tras un intenso Primavera Sound en Madrid, donde la catalana actuó figurando como una de las grandes estrellas del cartel de esta primera edición en la capital.
La catalana, que ya nos venía acostumbrando a su faceta más 'foodie' tras su periplo en la cocina junto con Dabiz Muñoz cocinado chicken teriyaki, también se ha dejado ver en Sacha o Bodegas El Maño.

La taberna en cuestión es Casa Macareno y es de esos lugares con solera perfectos para tapear en la barra a cualquier hora del día y disfrutar de su platos tradicionales como: sus populares patatas bravas, su clásica gilda, la ensaladilla con bonito en escabeche, el tiraíto de besugo a la bilbaína o el cochinillo cristal asado a baja temperatura. Y lo mejor es sus precios económicos. De lunes a jueves cuenta con un menú del día por 13,90 euros, además de varias especialidades de la carta.
Este restaurante está situado concretamente en el número 44 de la calle San Vicente Ferrer, muy cerca de la Plaza del Dos de Mayo, y además de contar con precios muy asequibles a cualquier bolsillo, sus platos reúnen calidad, esencia y carácter castizo.
"En cuanto la vi no me pude contener y le di un abrazo", cuenta una de las camarera de Casa Macareno. "No creo que vayáis a poder comer lo mismo que ella porque ellos pidieron bastante", aseguró el encargado de Casa Macareno a la Cadena Ser y prosiguió con: "Probaron las croquetas, las bravas, la carrillera, la ensaladilla... y se sentó justó ahí, además".

También hemos podido averiguar qué postre probó la artista en Casa Macareno. Según explicó el encargado "De postre, Rosalía pidió cheese cake: una porción de tarta que destaca más por su cremosidad que por su sabor, y que llega acompañada de una bola de lado y también un poco de mermelada."
Casa Macareno era ya de por sí, un restaurante popular, pero tras la visita de la aclamada artista autora de 'Motomami' el pasado lunes, este templo gastronómico se ha convertido ya en uno de los lugares de moda de la capital.