Aitana Ávila, de Masterchef a Mía: esta es nuestra nueva colaboradora

La finalista de la séptima edición de Masterchef, Aitana Ávila, está acostumbrada a estar en todas nuestras casas, a través de la televisión. Ahora también llegará a nuestras cocinas porque a partir de ahora será nuestra colaboradora en Mía.
Aitana Ávila, de Masterchef a Mía: esta es nuestra nueva colaboradora

Mi nombre es Aitana, soy una joven bilbaína de 35 años (camino ya de los 36) y soy nueva por aquí. He tenido la suerte de que me hayan encomendado una nueva labor y un nuevo reto profesional que acepto con muchísima ilusión e inquietud: formar parte de una de las revistas referencia de este país como es la revista Mía, y poder aportar mi granito de arena en algo que me apasiona, un canal en el que hablaremos principalmente de todo lo relacionado con uno de mis hobbies por excelencia, la cocina.

Hablaremos de recetas, trucos culinarios, curiosidades, consejos nutricionales... todo lo que tenga relación con el mundo culinario, y todas las inquietudes que os surjan pero, por qué no, de vez cuando también de cosas que no tengan que ver y que nos puedan ocupar.

Mi objetivo es que sea un canal dinámico en el que compartamos experiencias, anécdotas... Mi finalidad es leeros y amenizaros un poco el día a día en estos tiempos tan locos que nos toca vivir. Hablar de cosas que nos despejen un poco la mente. Conoceros y que me conozcáis, y que creemos una comunidad libre donde podamos aprender y crecer juntas.

Para todas las que no me conozcáis, fui finalista de la séptima edición del talent culinario Masterchef España, en el año 2019. Sufrí, luché, me divertí... pero principalmente, aprendí muchísimo junto a Jordi, Pepe y Samantha. En otro post os contaré toda la aventura, cómo decidí presentarme, cómo fue el transcurso del programa y lo que significó para mi la experiencia, y todo lo que me aportó (no sólo a nivel culinario sino también a nivel personal).

Mi vida personal

A nivel sentimental, me caso este año con el padre de mis hijos y el amor de mi vida, Álvaro. El destino nos unió hace ya casi 8 años y cada día doy gracias por haberle conocido. Es la persona más vital, positiva y alegre que he conocido jamás. Mi punto de apoyo y mi piedra angular, mi compañero de vida y a la vez mi mejor amigo. No podría haberlo imaginado ni en mis mejores sueños. Sé que puedo parecer cursi al decir todo esto (y un poco reconozco que lo soy) pero es la suerte de mi vida. Tenemos 3 hijos maravillosos que nos dan la vida: Nico, un pequeño con una salud muy delicada, mi súper héroe sin capa, 6 años y medio, un cuerpo de un bebé que desgraciadamente en tan poco tiempo de vida encierra ya miles de batallas tenebrosas y complicadas que ha tenido que librar, a las que ha tenido que hacer frente y de las que ha salido victorioso, acumulando cicatrices y vivencias que lo convierten en el niño más especial que pueda existir, y sin perder nunca la sonrisa. Con 5 años y medio le sigue su adorado hermano Lucas, mi hijo mediano y la fuerza, bondad e inocencia personificada, nuestra alegría de vivir y la frescura que tanto necesitamos todos para afrontar con energía los momentos complicados a los que nos enfrentamos con Nico. Y por último, con 8 meses, está Micaela, nuestra pequeña, nuestro terremoto y nuestra debilidad, nuestro todo, soy incapaz de describir con palabras la felicidad que aporta a toda la familia.

A nivel profesional, me dedico al mundo de los Recursos Humanos en una compañía de telecomunicaciones, pero más allá de mi trabajo, la cocina es mi gran pasión. Desde bien pequeña me ha encantado cocinar. La culpa de todo la tienen mis amamas (abuelas) y mi amatxu (mi madre), y por qué mentir, mi pasión por la comida y los nuevos sabores también generan en mí la inquietud de aprender y formarme en este mundo. También tengo que culpar en parte a mi suegra, de la que aprendo cada día y que es capaz de convertir unas simples vainas en un plato digno de 3 estrellas Michelín. En mi familia, de toda la vida, hemos sido siempre de reunirnos y celebrar todo siempre que se puede, y cómo no, siempre con comida de por medio. Cualquier excusa es buena para juntarnos y no hay mejor forma que llenando el estómago y el paladar a la vez que compartimos buenos momentos en familia.

Empiezo esta nueva andadura con muchísimas ganas e ilusión, espero poder cumplir con las expectativas y no defraudar. Y no lo olvidéis: estaré encantada de leeros, de aprender de vuestras críticas y de agradecer inmensamente los comentarios positivos.

Recomendamos en