El tahini, o tahín, es un maravilloso ingrediente, muy común en una amplia diversidad de platos y recetas, como podría ser el caso del tradicional hummus (la popular crema de garbanzos), la exquisita baba ghanoush (puré o crema de berenjenas) o halva (pasta de sésamo, girasol o sémola que se endulza con sirope o miel).
Posee una textura suave y sabor sumamente característico, gracias al cual se tiende a utilizar para la preparación de aderezos, condimentos o salsas, y como un ingrediente más en ensaladas frescas.
¿Qué es el tahini o tahín?
El tahini o tahín es una pasta elaborada a partir de semillas de sésamo tostadas y molidas. Es considerado como un elemento básico de la cocina mediterránea. De hecho, a menudo lo encontramos en una amplia diversidad de platos tradicionales de Oriente Medio, Asia y África, donde es tan común como popular.
Se trata de un ingrediente muy versátil, que puede servir como salsa o simplemente como un condimento más. Dispone de una textura suave, similar a la mantequilla de cacahuete, pero su sabor (al ser elaborado a partir de semillas de sésamo tostadas y molidas), es muchísimo más fuerte, sabroso y ligeramente amargo.
Es alto en calorías, debido a su contenido en grasas saludables. Si se consume con moderación es una excelente adición en la dieta, pudiendo ser muy útil para población vegetariana. Al ser elaborado únicamente con semillas de sésamo nos encontramos ante una pasta nutritiva y saludable.
El tahini posee una cantidad relativamente baja de calorías: Sin embargo, destaca por su elevado contenido en fibra, proteínas, y una amplia diversidad de vitaminas y minerales.
Concretamente, una cucharada (15-16 gramos) de tahini proporciona los siguientes nutrientes:
- Calorías: 89 kcal
- Proteínas: 3 gramos
- Hidratos de carbono: 3 gramos
- Grasas: 8 gramos
- Fibra: 2 gramos
- Selenio: 9% de la CDR
- Cobre: 25% de la CDR
- Hierro: 7% de la CDR
- Fósforo: 9% de la CDR
- Zinc: 6% de la CDR
- Calcio: 5% de la CDR

Se trata de un alimento ideal contra la anemia, no solo porque aporta hierro, sino porque fundamentalmente proporciona una interesantísima cantidad de cobre, el cual consiste en un oligoelemento fundamental para la absorción del hierro.
También destaca por su contenido en selenio, un mineral que promueve la salud de nuestro sistema inmunológico y disminuye la inflamación.
Gracias al contenido nutritivo del tahini, se ha relacionado habitualmente con una amplia variedad de beneficios para la salud.
Debemos tener en cuenta que las semillas de sésamo se convierten en el principal ingrediente del tahini. Se ha demostrado que estas semillas poseen un efecto beneficioso sobre la salud del corazón, gracias a que ayuda a disminuir distintos factores de riesgo, como los niveles elevados de colesterol LDL (malo) y triglicéridos, así como la presión arterial alta.
De acuerdo a un estudio llevado a cabo en el año 2014, en el que participaron un total de 50 personas con osteoartritis, quienes consumieron semillas de sésamo durante 2 meses cada día presentaban reducciones ciertamente significativas de colesterol LDL y triglicéridos, en comparación con el grupo control.
Por otro lado, una revisión de ocho estudios encontró que las semillas de sésamo también pueden ayudar positivamente a la hora de reducir la presión arterial tanto sistólica como diastólica, siendo muy útil en la prevención de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
También contiene sesamol, un compuesto naturalmente presente en las semillas de sésamo, que se cree podría tener propiedades anticancerígenas. Aunque, al menos por el momento, se necesita una mayor investigación para comprender cómo el tahini podría ayudar en el tratamiento del cáncer en humanos.

Ingredientes:
- 2 cucharadas de semillas de sésamo
- ½ cucharadita de aceite de sésamo
- ¼ cucharadita de sal
- ¼ taza de agua tibia
Preparación:
- Coloca las semillas de sésamo en el vaso de la licuadora, o del procesador de alimentos, y licúa o muele hasta que quede perfectamente suave.
- Añade el aceite de sésamo y la sal, en las cantidades indicadas, y vuelve a procesar hasta que todos los ingredientes se combinen bien.
- Con el procesador o la licuadora aún en marcha vierte con cuidado el agua tibia, en un flujo constante y lento, mezclando hasta que quede bien suave.
- Para terminar, introduce en un recipiente de cristal, que puedas cerrar herméticamente, y conserva en la nevera.
Ten en cuenta que las semillas de sésamo tienden a volverse rancias muy rápidamente. Por lo que debes asegurarte que las semillas con las que vas a elaborar el tahini estén lo más frescas posibles. Además, es necesario conservarlas debidamente, manteniéndolo alejado de la luz y del calor.