El color del pelo es un factor de la personalidad de cada uno. Muchas veces para conseguirlo, es necesario recurrir a coloraciones, que conllevan sequedad y pérdida de masa capilar, dejando el cabello sin vida, movimiento, brillo y suavidad. Y ¿de qué nos sirve un color bonito, pero sin brillo y vida?
El uso excesivo de aparatos de calor, las agresiones externas, la falta de productos específicos para este tipo de cabello, la falta de tratamientos hidratantes, son los motivos que explican esta situación. Por supuesto, sumado a las consecuencias que producen los tintes y las mechas. Esto ocurre porque el PH del cabello se altera, las cutículas capilares se dilatan y quedan desprotegidas, el cabello pierde su revestimiento natural de grasa y a la vez, su principal proteína, la queratina.
Claves para solucionar la sequedad del cabello
Durante el lavado, la temperatura del agua debe estar entre templada y fría. El contacto del agua templada remueve la grasa que rodea nuestro cabello, siendo ésta la responsable de dejar el cabello sedoso. Si el agua está muy caliente, la cutícula del cabello se abre, dejándolo más susceptible al sol, a la polución y a otros agentes que resecan el hilo.
Utiliza un champú con PH neutro o sin sal, son más suaves y protectores para el cabello y la cutícula capilar. Además, no resecan en absoluto. Es importante utilizar acondicionador para sellar el pelo después del champú.
Es necesario que lleves a cabo mascarillas de hidratación en casa cada semana o cada 15 días, durante 30 minutos. La falta de hidratación hace que el pelo intente absorber la humedad del ambiente y si no la encuentra puede que la cutícula se quede dilatada, esto provocará una gran pérdida de queratina. Parece una tontería pero, el pelo tiene sed y si mantienes el pelo hidratado evitas que eso ocurra. Trata de realizar una hidratación a base de aceites y vitaminas reponiendo enseguida la suavidad perdida.
Las cremas de peinar crean una capa en torno al cabello para protegerlo de la exposición de los rayos ultravioletas del sol, por lo que son muy útiles. Además, existen cremas de peinar o leave-in, que no dejan residuos en el cabello y sellan la cutícula capilar, evitando que el cabello se reseque.
Las ampollas suponen un concentrado de nutrientes, minerales y proteínas que reparan el pelo más rápido, previniendo su sequedad, su rotura y reparando parte del daño existente.
El abuso de los aparatos de calor resecan el cabello, algo que empeora con la coloración. Por ello, utiliza un protector térmico antes del uso de estos.
Si quieres hacer cambios de color tipo negro a pelirrojo, castaño al rubio, por ejemplo, opta por conseguir el color poco a poco. No trates de tenerlo a la primera, ya que quitar el que ya tienes y aplicar otro es algo muy dañino para el cabello. Puede parecer incómodo, pero es la mejor solución para conseguir tu color favorito y que tu pelo no pierda salud.
Es importante que desenredes tu cabello tras la ducha, antes de acostarte y nada más levantarte. Y por último, pero no menos importante, en todo momento escoge productos indicados para el cuidado y la nutrición de este tipo de cabello. Estos productos están caracterizados por una alta cantidad de nutrientes, aceites y minerales, factores que devolverán la vida y suavidad que tanto echas de menos.
En casos extremos
Lo mejor que puedes hacer es acudir a un profesional. Lo ideal sería que se realizara una reposición de queratina. Solo los tratamientos aplicados por profesionales consiguen aplicar la queratina de la manera adecuada. Un mal uso de la queratina fomenta la rigidez del pelo y en consecuencia su rotura.
Por: Aquarella Peluqueros.
