Todo lo que debes saber sobre el sexo en verano

En la temporada estival las relaciones sexuales aumneta, pero ¡ojo!, existen riesgos que debemos tener en cuenta.
Todo lo que debes saber sobre el sexo en verano

Llega el verano, el calor, vamos con menos ropa, nos relajamos más al sol y tendemos a salir y a desinhibirnos más también. Esto último lleva a que las relaciones sexuales aumenten, pero cuidado, eso no quita que tenemos los mismos riesgos que en otras épocas.


Conductas de riesgo


Con el verano debemos tener en cuenta algunas cosas a la hora de mantener cualquier tipo de relación sexual.
Aunque sea repetitivo el tema, no debemos dejar de usar preservativo en nuestras relaciones sexuales, ya que podemos desconocer si tenemos o no algún tipo de enfermedad de transmisión sexual. Normalmente, en esta época, el preservativo se deja de lado. Si tenemos parejas cambiantes, o nuestra pareja las ha tenido, más valdrá prevenir que lamentar.


En esta época, existe la tendencia de usar lugares poco habituales para el sexo, como playas, piscinas, jacuzzi... Por eso hay que tener en cuenta diversas cosas, tales como las bacterias, la mala lubricación en el agua o las posturas (mejor hacer el amor en lugares planos y tranquilos, para evitar daños físicos).


Hay tres grandes grupos: los hongos, la cistitis o las enfermedades de transmisión sexual.


Tanto la cistitis como los hongos tienen que ver directamente con el calor y afectan sobre todo a las mujeres. El hecho de llevar ropa muy ajustada, de mantener la zona genital húmeda durante demasiado tiempo tras un baño o el sudor en zonas íntimas pueden provocar este tipo de problemas.


Las enfermedades de transmisión sexual podrían ser, por un lado, tricomoniasis en el caso de los hombres, o el virus del papiloma humano, con más incidencia en mujeres. En ambos casos puede haber contagios de sida, que no necesariamente es de mayor o menor incidencia por la época del año.


Por eso es imprescindible el uso del preservativo.


Tenemos que insistir en el uso del preservativo, en evitar relaciones de riesgo con parejas ocasionales y en cuidar la higiene intima evitando la humedad. Y por último, usar lubricación cuando sea necesaria y evitar prácticas que nos sean desagradables.

Por Jaume Guinot, psicólogo especializado en sexología y miembro de Doctoralia.

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