Isabel Allende, reconocida mundialmente por su obra literaria, no solo es famosa por sus libros, sino también por su esencia única. A sus 83 años, la escritora chilena continúa sorprendiendo al mundo, esta vez con su habilidad para crear su propio perfume. "Lo que nunca cambiará es mi fragancia característica: la hago yo misma", afirma Allende, quien ha decidido no seguir las tendencias comerciales y optar por una mezcla personal que refleja su identidad.
A lo largo de la historia, hemos buscado referentes para todo, incluso en el mundo de la perfumería. Jazmín, rosas y vainilla: este es el perfume que usaba María Antonieta y que puedes conseguir a día de hoy. Personajes históricos, celebrities e intelectuales han desvelado sus perfumes y fragancias que construyen sus estelas. Ahora le toca el turno a Isabel Allende que, con 83 años, sigue siendo fiel a un aroma único.
La razón por la que Isabel Allende huele a un perfume que nunca antes habías olido
El perfume de Allende es una combinación exclusiva que no se encuentra en ninguna tienda. Esta mezcla, que ella misma ha desarrollado, incluye notas de 'Eau d'Hadrien' de Goutal y 'Eau de Cologne Impériale' de Guerlain. Esta elección no es casualidad porque cada componente ha sido seleccionado cuidadosamente para crear una fragancia que no solo es única sino que también resuena con su personalidad y estilo de vida.

Por un lado, 'Eau d'Hadrien' de Goutal tiene unos acordes cítricos, aromáticos y amaderados. Es gracias a sus notas de limón, ponemo, cidra, aldehídos y ylang-ylang. Por otro lado, 'Eau de Cologne Impériale' de Guerlain es fresca especiada y aromática, con cedrón, neroli, romero, cedro y haba tonka.

Para Isabel, el perfume es más que una simple fragancia; es una extensión de su ser. "Me encanta porque significa que nadie más huele como yo", comparte con una sonrisa. Este enfoque personal hacia la creación de su perfume es un reflejo de su carácter independiente y su deseo de mantenerse auténtica en todos los aspectos de su vida.
Un legado de autenticidad
Isabel Allende ha dejado una huella imborrable en el mundo de la literatura con obras como 'La casa de los espíritus' y 'Eva Luna'. Su estilo narrativo, que mezcla realismo mágico con historias profundamente humanas, ha cautivado a millones de lectores en todo el mundo. Pero su autenticidad no se limita a las páginas de sus libros; también se manifiesta en su vida diaria, incluyendo su elección de perfume.

La escritora ha vendido más de 70 millones de copias de sus libros, lo que la convierte en una de las autoras más leídas del siglo XX. Su obra más famosa, 'La casa de los espíritus', no solo ha sido adaptada al cine, sino que también se espera una serie basada en la novela para 2026. Esta capacidad de trascender en diferentes formatos es un testimonio de su talento y visión única.
Allende ha recibido numerosos premios literarios a lo largo de su carrera, destacándose por su capacidad de crear personajes femeninos complejos y empoderados. Su enfoque en temas sociales y políticos, combinado con su habilidad para contar historias, ha hecho de sus novelas una fuente de inspiración para muchas mujeres.
La alquimia detrás de su fragancia
La creación de su perfume personal es un proceso que Isabel Allende toma muy en serio. Al mezclar 'Eau d'Hadrien' de Goutal, un perfume cítrico con notas de limón y ciprés, con 'Eau de Cologne Impériale' de Guerlain, que ofrece un bouquet floral con toques de bergamota y neroli, Allende ha logrado una fragancia que es tanto fresca como sofisticada.
Este enfoque en la personalización de su perfume refleja su filosofía de vida: ser fiel a uno mismo y no conformarse con lo que dicta la sociedad. Para Allende, su fragancia es una declaración de independencia, una forma de expresar su individualidad en un mundo donde las tendencias cambian constantemente. Eso sí, sus precios son algo elevados. Por un lado, 'Eau d'Hadrien' de Goutal cuesta unos 160 euros, y 'Eau de Cologne Impériale' de Guerlain tiene un precio de 117 euros.
La historia de Isabel Allende y su perfume es un recordatorio de que la verdadera belleza y autenticidad provienen de ser uno mismo. En un mundo lleno de imitaciones, Allende nos enseña que lo único realmente valioso es aquello que es genuino y personal.