En el capítulo de esta semana de Secretos de familia, todos tratan de rehacer su vida después de la muerte de Metin. Kadir se enfrenta a una larga condena en prisión por el asesinato del policía y todos los delitos que se le imputan. Mientras, Ilgaz asume el papel de cabeza de familia y trata de ocuparse de Defne, quien no supera la defunción de su padre en unas circunstancias tan trágicas. Además, Yekta le propone a Laçin que se casen de nuevo: «Creo que nos merecemos una nueva oportunidad después de lo que hemos pasado».
Por otro lado, Osman y el resto de la familia se mudan al mismo edificio donde vivan Ilgaz, Ceylin y el resto de la familia Kaya. Merdan trata de ayudar a Osman, que se siente un inútil por haber llevado a su mujer e hijas de nuevo a la pobreza por sus malas decisiones. Mientras, Parla no sabe cómo actuar con Çinar tras romper su relación con él. Y, por si fuera poco, Aylin no se acostumbra a su nueva y humilde vida. «Estoy de harta de volver a ser pobre. Echo mucho de menos la que era mi casa», se lamenta la mujer.
Pasados unos días, una mujer llama Dane telefonea la policía y avisa de que su marido Ishan ha aparecido muerto en su casa: «Tiene un puñal clavado cerca del estómago». Resulta que el fallecido es el padre de Meltem, una de las chicas que fueron víctimas de la red de tratas de Kadir y que Ilgaz y el resto rescataron. La policía interroga a ambas mujeres y también a Atila, el benjamín de la familia.

Todas las sospechas del asesinato de Ishan recaen en Çengiz, el primogénito del clan. Un joven drogadicto que siempre ha tenido problemas con la justicia. Çengiz relata que la noche antes del crimen, su padre Ishan quiso vender a su hermana Meltem a un comerciante llamado Sercan: «Ese hombre pagó para estar a solas con mi hermana un rato». Çengiz, sin reparos, cuenta que no hizo nada por evitarlo y que se marchó de casa: «No sé quién mató a mi padre».