¿Eres de esas personas a las que se le acaban los botes de jabón, champú y demás productos de higiene personal y limpieza del hogar en un visto y no visto? Permíteme que lo diga: algo estás haciendo regular, porque la inmensa mayoría de estos productos deberían durarnos mucho tiempo. Sobre todo, el jabón lavavajillas. El Fairy de turno, que es como se conoce a este producto a nivel popular aunque no sea de dicha marca.
En un post publicado en su exitoso perfil de Instagram, la reina de la limpieza en España, La Ordenatriz, comparte un par de trucos que ella utiliza en casa para que el jabón lavavajillas le dure muchísimo más tiempo.
Como ella misma dice, son recomendaciones “básicas”, y no hay milagros, pero puede que te ayuden a ahorrar en producto, lo cual supone a la vez un ahorro a tu bolsillo porque no son precisamente baratos estos jabones.
Los dispensadores
El primer consejo que La Ordenatriz considera esencial para ahorrar cantidad y dinero de líquido lavavajillas es que utilicemos dispensadores. Sí, como los que tenemos en el baño para el jabón de manos, pero con la ventaja de que no tiene que ser tan bonito, pues no deja de ser algo práctico para la cocina.
La experta en limpieza recomienda los dispensadores de pared porque dejan más espacio en las encimeras. Ella, además, para no taladrar la pared, sobre todo si es azulejo, lo tiene colocado con silicona, la cual ha dejado secar unas horas antes de empezar a usar el dispensador para que se fije bien y no se caiga.
En mi caso, y perdona que pase a escribir en primera persona, hace tiempo que uso el dispensador más barato de Ikea, que es lo más cómodo del mundo para estas cosas porque, al ser transparente, ves enseguida cuando está a punto de agotarse el líquido lavavajillas. Por si quieres saber cuál es, se llama Tackan y cuesta apenas 99 céntimos.
Cómo echar el líquido importa
El segundo y último consejo que da La Ordenatriz para ahorrar cantidad de jabón lavavajillas tiene que ver con la forma en la que echamos el líquido en el estropajo de fregar. Estropajo, por cierto, del que te dimos las claves en esta otra pieza recientemente por si eres, como yo, de los que no tenía muy claro qué color de estropajo utilizar para cada tarea.
La clave, dice La Ordenatriz, consiste en “echar el jabón por el lado de la esponja y no por el del estropajo”. ¿Por qué? Lo explica la experta en orden y limpieza: “Cuando echas el jabón en el estropajo, normalmente lo solemos mojar al momento, y de inmediato frotamos la superficie a limpiar. Como el lado del estropajo es menos poroso que el lado de la esponja, en un par de pasadas hemos ido perdiendo una gran cantidad de jabón”.

Sin embargo, cuando ponemos el líquido lavavajillas en el lado de la esponja, al ser más porosa esta parte, el jabón penetra más, de forma que al contactar con el agua va soltando poco a poco el producto y dura muchas más pasadas.