En una era digital donde la sofisticación de las estafas parece evolucionar tan rápido como la tecnología misma, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado una alerta crítica sobre un nuevo ardid que está engañando a los desprevenidos usuarios. Esta vez, los ciberdelincuentes han dado un giro astuto a la ya conocida "estafa de la doble llamada", desplegando un sofisticado esquema que apunta a la confusión y la urgencia para atrapar a sus víctimas.

El modus operandi de esta estafa comienza con una llamada aparentemente inocua, donde los presuntos estafadores se hacen pasar por representantes de la compañía telefónica de la víctima. Con persuasiva habilidad, informan a la persona al otro lado de la línea sobre una supuesta necesidad de reemplazar su router obsoleto debido a la próxima implementación de la tecnología 5G en su área. Este primer anzuelo se adereza con la afirmación de que el cambio de equipo conlleva un costo significativo, oscilando entre los 90 y 170 euros, acompañado de un compromiso de permanencia.
Sin embargo, la artimaña alcanza su punto álgido cuando la víctima muestra dudas o rechaza el servicio propuesto. Es entonces cuando los estafadores pasan a la fase siguiente de su engaño. Utilizando tácticas de intimidación, amenazan con desconectar el servicio si la víctima no accede al cambio. Pero lo que sigue es aún más insidioso: en un giro sorpresivo, los estafadores, como si acabaran de darse cuenta, ofrecen una "mejora" en la oferta inicial. Esta supuesta "mejora" incluye el cambio de router de forma gratuita y una tarifa aparentemente más favorable, con la promesa de un menor costo mensual.
Pero, como siempre, el diablo está en los detalles. La letra pequeña de esta oferta "mejorada" revela la verdadera naturaleza del engaño. La tarifa supuestamente más ventajosa no es ofrecida por la compañía original, sino por una entidad "blanca", una subsidiaria desconocida para la mayoría de los consumidores. Al aceptar este cambio, la víctima inadvertida está otorgando permiso para transferir su contrato a otra compañía, cayendo así en una trampa cuidadosamente elaborada.
La OCU ha denunciado enérgicamente esta práctica fraudulenta, señalando que son las empresas subcontratadas las verdaderas responsables de estas artimañas, mientras que las compañías principales prefieren desviar la mirada de los métodos cuestionables utilizados para adquirir nuevos clientes.
¿Qué puede hacer alguien que ha caído en esta trampa? La OCU aconseja tomar medidas inmediatas. Cualquier modificación contractual debe realizarse por escrito y con un preaviso mínimo de 30 días. Si te has visto atrapado en esta red de engaños, se recomienda presentar una denuncia en la comisaría y formular una reclamación formal ante la nueva compañía.
Es crucial recordar que siempre existe la posibilidad de retractarse. Como indica la ley, al contratar servicios por teléfono o internet, se otorga un derecho de desistimiento de 14 días naturales. Sin embargo, este derecho tiene sus excepciones, y una vez que el contrato comienza a ejecutarse, se pierde el derecho de retractarse.
En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, la vigilancia y la conciencia son nuestras mejores defensas contra los astutos engaños de los ciberdelincuentes.