Ikea tiene una nueva versión ‘cuqui’ y resistente de su carrito de almacenaje que sirve para todo

El carrito Råskog de Ikea es uno de sus productos estrella por su versatilidad y practicidad, y la marca sueca quiere repetir fórmula del éxito con esta nueva versión más resistente y estética.
Carrito NISSAFORS de IKEA

No me digas que no tienes en casa el carrito de almacenaje de Ikea con tres alturas en alguno de los colores en el que la marca sueca lo vende desde hace años. Es el mismo modelo que unos usamos para guardar material de papelería de los peques, el que se utiliza para las toallas y cosméticos en muchos baños, el que tienen quienes pintan para tener a mano su material, el que utilizan muchos amantes de las plantas y el que infinidad de familias usan como frutero y carro para patatas y demás ingredientes que aguantan bien fuera de la nevera. Yo creo que no tiene Ikea, salvo la librería Billy, un producto más popular en España.

Pues resulta que este carrito, que se llama Råskog, aunque esto nadie lo sabe en España, tiene un primo hermano de nueva generación. Una versión más ‘cuqui’ y más resistente que esta.

Carrito NISSAFORS de IKEA - IKEA

A diferencia del original, que aguanta 18 kilos de peso y tiene unas medidas de 35 cl de largo, 45 cm de ancho y 78 cm de alto, el nuevo modelo de carrito de almacenaje de Ikea diseñado por Ebba Strandmark aguanta mucho más peso pese a compartir concepto: tres alturas, ruedas para aportar versatilidad y medidas compactas —aunque varían un poco, 83 cm de alto x 50 cm de largo x 30 cm de ancho—.

En concreto, esta nueva versión, que se llama Nissafors, aguanta hasta 33 kilos de peso. Es verdad que también es varios más pesado, lo cual hace que sea un poquito menos cómodo de mover sin arrastrar, algo que seguramente tampoco hagas con el carrito original de Ikea.

Se vende en tres colores

Hasta hace nada, como ocurrió al principio con el modelo Råskog, el carrito Nissafors de Ikea solo se vendía en blanco y negro. En estos dos colores podías verlo, y todavía lo verás cuando visites una tienda de Ikea, en casi todos los ejemplos de cocinas, habitaciones y hasta terrazas que tengan en dicho establecimiento.

Pero Ikea, consciente de que los colores pastel y también los más vivos triunfan, como ya ocurrió también durante un tiempo con su icónico farolillo portavelas, acaba de sumar un nuevo color a la gama en la que vende el carrito Nissafors. Es el color verde turquesa, uno de los que más de moda está en decoración en los últimos años.

Carrito NISSAFORS de IKEA en negro - IKEA

Como el carrito original, esta nueva versión es muy práctica por la facilidad para moverlo de sitio y si capacidad de adaptación para distintos usos y entornos decorativos. “Ideal para la cocina, el baño o donde necesites espacio adicional de almacenaje. Puedes utilizar el carrito de distintas formas: como superficie de trabajo adicional en la cocina, como almacenaje práctico en el recibidor o como mesita de noche en el dormitorio”, dice de el carrito Nissafors el equipo de Ikea.

Dos diferencias que explican por qué nos gusta más

Hay dos diferencias esenciales con el primer carrito viral de Ikea que explican por qué este nuevo modelo nos gusta más.

Por un lado, su estructura más robusta. Fabricado en acero con revestimiento en polvo, aunque es más pesado, aguanta mucho más peso en sus tres estantes también, lo cual ofrece un abanico de posibles usos para el carrito si cabe mayor que para el otro.

Además, esta superficie robusta hace que sea más resistente y duradero, de ahí que Ikea se atreva a venderlo como un producto “que aguanta el uso doméstico diario durante años”.

Por otro lado, sus dimensiones también nos convencen más por una sencilla razón: es más estrecho. Esto hace que abulte menos allí donde lo coloquemos y encima tiene mayor facilidad para adaptarse y entrar a huecos pequeños, algo habitual en terrazas, baños y cocinas, donde más se usa este carro.

Un tercer factor que también nos gusta más, pero este es subjetivo, es su estética. Ese diseño mate y con formas menos redondeadas, más minimalista, hace que resulte más atractivo a la vista. Al menos a la nuestra, ya que para gustos están los colores.

De lo que no hay duda es de que será cuestión de tiempo que esté presente en miles de oficinas, estudios de arte y casas este carrito de Ikea cuyo precio de venta es de 35 euros, cuatro euros más barato que su antecesor, el exitoso Råskog.

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