El almendro es uno de los árboles más bonitos que hay, especialmente cuando florece en invierno, ya que es uno de los árboles que antes florece, anunciando incluso la primavera antes de su llegada. Es muy reconocible por sus coloridas flores, que varían en función de la especie, si bien todas son entre blancas y rosáceas. ¿Sabes a qué familia pertenece este árbol?
Esta podría ser perfectamente una pregunta de Trivial o de cualquier concurso televisivo de cultura general. Sabemos la mayoría de nosotros reconocer un almendro a simple vista, sobre todo si está en flor, pero muy pocas personas responderían bien esta pregunta.
La respuesta puede que te sorprenda porque el almendro, que es un árbol caducifolio, por lo que ahora cuando llegue el otoño sus ramas se quedarán desnudas, es de las familias de las rosáceas.
La altura de este árbol, explica el área de Sostenibilidad Medioambiental del ayuntamiento de Málaga, oscila entre los 3 y los 8 metros en edad adulta, y su tronco es liso y verde, rara vez amarillo, cuando es joven. Una vez envejece, el tronco se torna “agrietado, escamoso, cremoso y grisáceo”, apunta la misma fuente.
Una curiosidad del almendro es su hoja, que puede formar de manera simple o en pequeños grupos. Son “largas, estrechas y puntiagudas, y de color verde intenso, con bordes dentados ó festoneados”, explican desde medioambiente del consistorio malagueño. Por todo ello, es un árbol tan reconoce.

Florece muy temprano
Además de su fisionomía, y de la belleza de sus flores solitarias o en pequeños grupos, con sus característicos cinco pétalos y colores blancos y rosáceos, el almendro destaca por la época en la que florece.
Lo hace, como decíamos al comienzo de la pieza, muy temprano. Todavía cuando el calendario dice que estamos en invierno. En concreto, lo hace de enero a marzo, antes de que arranque la primavera. De hecho, en esta época, es uno de los indicadores que marca el cambio de estación. Lo es su flor, que asoma, y también su inconfundible olor, cada vez más intenso a medida que avanza la floración.
Además, el tercer rasgo característico de este árbol de las familias de las rosáceas es su fruto. Bueno, más bien, lo que encontramos dentro de su fruto, su semilla, ya que poca gente sabe que el fruto del almendro es ovalado y piloso.
Es dentro de este fruto donde aparece la semilla, que es la gran conocida. Hablamos de la almendra.
De este fruto seco, uno de los alimentos más nutritivos que hay, se aprovecha todo. Y es que no solo se puede comer entera, sino que también se puede aprovechar su leche y su aceite.
Aunque en España el almendro es un árbol muy extendido, la historia dice que su origen está situado en las regiones montañosas de Asía Central, en la antigua Mesopotamia. Allí se cultivaba ya en las antiguas civilizaciones, entre el 5.000 y 4.000 a.C.

Fueron las rutas comerciales las que introdujeron el almendro en la zona del Mediterráneo, donde se cultiva sobre todo en zonas donde las temperaturas no son especialmente frías, de ahí que se haya adaptado bien a nuestro clima pero que no sea un árbol idóneo para latitudes más altas. De hecho, en España, es más frecuente verlo en la mitad sur y en el este peninsular.