Cuidar la piel es importante no solo por razones estéticas, sino también por razones de salud y bienestar. Una piel saludable es esencial para proteger el cuerpo, sentirse bien con una misma y mantener un aspecto más juvenil. Además, adoptar una rutina de cuidado de la piel puede ayudar a prevenir problemas cutáneos y mejorar la calidad de vida en general. Sin embargo, a veces se cometen errores comunes en esta rutina que pueden perjudicar en lugar de ayudar. "En general, a la hora de seguir una rutina de belleza diaria, hay una serie de errores que, por desconocimiento, suelen ser los más habituales" apunta Ana Belles, farmacéutica de Singuladerm.

Entre los errores más comunes, la farmacéutica destaca:
- No limpiar bien la piel. Es muy importante que la piel quede limpia de contaminantes, maquillaje y toda la suciedad que se arrastra durante todo el día y la noche. Mucha gente piensa que al, no maquillarse, no tiene por qué lavarse la cara, ya que no la tienen sucia, pero eso es mentira, pues otras cosas hacen que la piel necesite limpieza: la polución, la producción de sebo y sudor, pieles muertas... Y lo mismo por la noche: con los días, la almohada acumula mucha suciedad, esta suciedad pasa a tu cara y, por eso, necesitas lavarla también al despertarte. Por la noche, necesitarás una limpieza más profunda. Eso sí, el agua no limpia, solo refresca. Lo que hace que la suciedad se vaya son las partículas que contienen los limpiadores tensioactivos.
- No exfoliar. Un grave error, porque la piel se renueva cada 28 días y eso hace que se acumule piel muerta en la superficie de la piel, así que tenemos que ayudar en su renovación para tener una piel sana y con tono unificado. No hace falta que te frotes la cara con exfoliantes muy agresivos, es suficiente con una exfoliación suave, si se usan exfoliantes físicos (partículas), para no dañar la piel.
- Exfoliar demasiado. Si tienes la piel grasa, no debes ser muy agresiva ni con la limpieza ni con la exfoliación porque, si no, la piel detectará que no tiene grasa y producirá el doble que antes, provocando el efecto rebote.
- Falta de constancia. En la rutina, debes ser constante para ver resultados. Una buena rutina ha de aplicarse mañana y noche.
- No aplicar el protector solar todo el año. Es importante usar protector solar todos los días: la radiación solar no desaparece en invierno, es menos intensa, pero también daña la piel.
- Exceso de producto. La piel es capaz de absorber cierta cantidad de producto, así que por mucho que te pongas toneladas no vas a conseguir ni resultados mejores ni llegarán antes, es mejor aplicar varias veces al día que mucho una vez
- Secarse la piel de manera agresiva. Una vez lavada, la piel ha de secarse a toquecitos y dejándola un poco húmeda, no seca del todo. Además, la toalla no ha de ser la de manos, sino una especial para la cara, para no pasar microbios de las manos al rostro. Lo ideal sería usar una cada día, pero una cada varios días es suficiente. Consejo: usa una toalla pequeña que te permita secar bien toda la cara.